Las autoridades de Estocolmo enterraron hoy de forma definitiva el polémico proyecto de construir un Centro Nobel en una zona histórica, paralizado por los tribunales y que ha originado protestas vecinales y una batalla política.

El concejal de Urbanismo y teniente de alcalde, el conservador Joakim Larsson , anunció hoy que el nuevo gobierno municipal retirará el recurso presentado por la anterior administración contra el fallo del Tribunal de Territorio y Medio Ambiente, que frenó el plan por el daño "irreparable" que causaría a un entorno de interés nacional.

"Retiraremos el recurso a la sentencia en la sesión plenaria del 14 de noviembre. La nueva mayoría de centroderecha y verde quiere ver el valor añadido que para los locales y los turistas tendrá un centro Nobel, pero en otro lugar distinto a la península de Blasieholmen ", señaló en un comunicado Larsson.

Larsson añadió que las autoridades municipales iniciarán un diálogo con la Fundación Nobel para encontrar una localización alternativa para el proyecto.

La decisión refrenda el anuncio, hecho hace unas semanas, de detener el proyecto por la nueva mayoría que gobierna Estocolmo tras las elecciones de septiembre, formada por las cuatro fuerzas de la Alianza de centroderecha y el Partido de Medio Ambiente .

Dos de los partidos del actual gobierno municipal -conservadores y centristas- formaban parte de la anterior administración junto con los socialdemócratas y se habían mostrado hasta ahora defensores de un proyecto que se remonta a 2011, cuando el ayuntamiento y la fundación firmaron un acuerdo.

El concurso lo ganó el británico David Chipperfield y debía estar listo en 2019, pero ya desde su presentación fue muy criticado por grupos vecinales y organizaciones en defensa del patrimonio por su tamaño, su encaje en una zona de especial valor arquitectónico y porque supondría derribar un antiguo edificio de aduanas.

El proyecto de Chipperfield consistía en un edificio de 35 metros de alto de latón , vidrio y bronce, en un área de 18 mil metros cuadrados y presupuestado en más de 110 millones de euros , financiado por dos de las familias más ricas de Suecia, los Wallenberg y los Persson (dueños de la cadena de moda H&M).

La Justicia sueca había aceptado la semana pasada el recurso presentado meses atrás por el anterior gobierno municipal.

nrv

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