Todas las historias pueden tener un final distinto y la compañía Borderline Teatro busca reescribir desenlaces alternativos de la mano de sus propios protagonistas, a través de La máquina de los finales perdidos, un proyecto interdisciplinario que tendrá funciones hoy, enfocadas especialmente para poblaciones callejeras y trabajadores de El Caracol A. C., organización de la Sociedad Civil mexicana que contribuye a la visibilidad e inclusión social de las poblaciones callejeras desde hace 26 años.

Itzel Enciso, directora artística del proyecto, explica que La máquina de los finales perdidos permite, a partir de la reconstrucción de la memoria, reescribir el tejido donde se desenvuelven las personas en situación de calle, ofreciendo una herramienta para la demanda y ejercicio de sus derechos.

Asimismo, Bordeline Teatro impartirá el 19 de octubre un taller de teatro kamishibai a partir de historias sobre personas que murieron en las calles. Se presentará como una reconstrucción en donde las poblaciones modifiquen el final y se identifiquen los derechos que fueron vulnerados con el afán de prevenir que siga habiendo muertes en las calles.

"Antes hicimos una versión que se llamó Finales para poder decir adiós, que tenía que ver con procesos de duelo; las historias que nos contaban tenían que ver la pérdida de un ser querido. La mayoría aceptaban la muerte, pero todos hicieron un cambio, resultó ser muy catártico y sanador para el especta-autor. Ahora planteamos Finales a la intemperie y estaremos con personas en situación de calle, el objetivo es mostrar que tienen derecho a otros finales, a construir otras historias. Viven en una situación compleja, en la que parece que no hay otras salidas, pero deseamos resignificar sus historias”.

También lee: 

Este proyecto que cuenta con apoyo del Fonca, se ha presentado en plazas públicas, en el Teatro de Aparador de La Teatrería, como parte de Recordar para no repetir (proyecto de la CEAV y el Museo y Tolerancia, en el Memorial de Víctimas de la Violencia) y en el Asilo Concepción Béistegui.

“Haremos una gira e iremos a un albergue de mujeres migrantes y refugiadas. Hasta ahora hemos estado con cinco tipos de poblaciones. La reflexión que tenemos es que este proyecto tiene la intención de escuchar, sin juicios, y hacer una transformación mutua, porque no sólo ocurre algo con el especta-autor, también pasa algo con nosotros. Nuestro sueño es que podamos presentar un libro con estas historias”.

La máquina de los finales perdidos tendrá un documental de esta versión y si la pandemia lo permite podrá presentarse en diciembre. En mayo se presentaría un largometraje del trabajo con todas las poblaciones. Más informes en Facebook: Borderline Teatro.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses