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Cuernavaca.— El gobierno de Morelos informó que logró frenar el apostille de un documento donde se pactaba la compra-venta de la supuesta pintura La mesa herida, la más grande de Frida Kahlo, y cuyo paradero se desconoce desde 1955.

El subsecretario de Gobierno, José de Jesús Guízar Nájera, dijo que ante la sospecha de una irregularidad presentó la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, luego de que un particular —que fue detenido— solicitó que se apostillara un contrato privado de compra-venta de la obra. Explicó que por decreto, desde 1984, cualquier movimiento temporal o permanente de las obras de Frida Kahlo debe ser reportado al Instituto Nacional de Bellas Artes, lo cual no ocurrió. El funcionario precisó que la Dirección General Jurídica se encarga de apostillas y de verificar la firma de servidores públicos, así como sellos, con el fin de que estos documentos sean trasladados al extranjero. El origen de registro del trámite se encuentra en la Notaría 2 de Jiutepec, a cargo del abogado Marcelino Fernández Urquiza Beltrán. Con ese trámite, supuestamente, pretendían trasladar la pieza de México a Inglaterra.

Según el contrato privado de compra-venta que el detenido intentaba certificar, se daría como intercambio una residencia de Las Playas de Acapulco; la pieza tendría un valor de 20 millones de dólares.

“Desde mi perspectiva tal vez pueda ser acusado del delito de fraude”, dijo Guízar; añadió que el Ministerio Público tendrá que hacer un deslinde de responsabilidades e informar a la FGR.

La mesa herida es una de las pinturas más importantes de la artista; mide 1.2 metros de alto por 2.4 metros de largo, y la última vez que se supo de ella fue en 1955, después de que Diego Rivera la solicitó para una exhibición en Polonia.

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