El Festival Internacional Cervantino se acerca a sus 50 años de historia y es, hoy, uno de los encuentros culturales más importantes de Latinoamérica. Es una institución con una gran historia y prácticamente camina sola, sin embargo requiere de mucho esfuerzo, de grandes voluntades, de una logística quirúrgica y de una gran difusión, si algo de esto falla, por muy pequeño que sea, se nota. La edición 47 llegó con un nuevo gobierno federal y con un nuevo equipo de planeación y ejecución. Y las fallas ya son notorias a una semana de haberse inaugurado. Las redes sociales del FIC, por ejemplo, no son capaces de desplegar material visual y gráfico que se genera todos los días, las conferencias de prensa y las entrevistas se organizan a cuentagotas y casi a regañadientes. Nos dicen, por ejemplo, que el estado invitado, Guerrero, organizó una programación con la que buscaban dar a conocer que tienen un desarrollo cultural en disciplinas diversas que van de la danza tradicional a la urbana. ¿Quién se enteró? Nadie. Ni una sola mención. En la Ciudad de México se iba a presentar una función del Royal Winnipeg Ballet que finalmente se canceló, según, por poca venta de boletos. La prensa especializada que año con año cubre el Cervantino tuvo que advertir que eran deficientes los servicios como Internet y telefonía para poder realizar sus coberturas y sólo así la oficina de Comunicación Social empezó a resolver. Aún quedan dos semanas para reparar y replantear la estrategia de difusión que merece la fiesta del espíritu. Ojalá.

Felicitación a destiempo y con metida de pata

El Museo Nacional de Antropología, inaugurado el 17 de septiembre de 1964, cumplió 55 años. Casi un mes después del aniversario, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, envió un mensaje en Twitter: “El privilegio de trabajar en este espacio, felicidades a todos los trabajadores de @mnantropologia por estos 55 años”. Sin embargo, hay un pequeño detalle, la funcionaria etiquetó a una cuenta apócrifa, porque la cuenta oficial del Museo es @mna_inah, incluso un par de usuarios le remarcaron su error. Si bien hubo usuarios que reconocieron al museo como “un espacio lleno de cultura e historia”, otros le recordaron a la secretaria problemas como las goteras y la falta de mejores condiciones laborales en el recinto, considerado el más importante del país: “Un gran privilegio trabajar en cualquier espacio del @INAHmx, pero estaría padre si las condiciones laborales de todxs los trabajadores fueran justas. Además de mejorar las instalaciones”. ¿Atenderán las demandas?

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