Para los que cuidamos nuestra alimentación el tema de la grasa es complicado. Por un lado nos dicen que es lo peor y que no hay que comer nada que la contenga, pero por el otro nos recomiendan la dieta mediterránea con sus litros de aceite de oliva, sus deliciosas aceitunas y nuestro hermoso aguacate. Después vas a la nutrióloga o la tienda de alimentos “sanos” y te recomiendan aceite de coco, almendras a morir y te dicen que comas sin grasa pero que incluyas salmón (pescado con alto contenido de grasa). La verdad es que todo esto está para volver loco a cualquiera.

Les voy a decir, brevemente que sí, en las dietas hay que comer grasa. Entre 10 y 20% de las calorías y en algunos planes bajos en carbohidratos se alcanza hasta 30%. Esta cantidad es suficiente para que el cuerpo obtenga sus beneficios y las vitaminas que contiene. Eso sí, siempre debe ser de origen vegetal (aguacate, semillas, aceite de oliva o aguacate, aceitunas) y sin calentar. No se vale cocinar con grasa ni freír los alimentos.

El tema pues es “perderle el miedo, pero no el respeto” a las grasas porque sea “buena” o sea “mala” cada gramo tiene 9 kilocalorías. Así como lo escuchan (leen), es el doble o un poco más que las 4 calorías en hay en un gramo de proteína o de carbohidrato.

Ahora, ¿cómo saber si un alimento empacado es alto en grasa o no?

Les voy a compartir paso a paso una receta que acabo de aprender, tomen nota:

Revisa la etiqueta nutrimental del producto y encuentra cuántas calorías tiene. Por lo general es una tabla y viene en la parte de atrás. No es el etiquetado frontal.

De ese número de calorías mueve el punto decimal un lugar a la izquierda.

Duplica ese número.

Las calorías DE GRASA deben ser menos (o igual) que el nuevo número que tienes.

Ahí te va un ejemplo:

Producto X con 110 calorías.

De esas 110 calorías, te queda un 11 al mover el decimal.

11 + 11 = 22. Te queda 22 al duplicarlo.

Checas las calorías DE GRASA del producto y deben ser menos de 22. Pensemos que el producto X tiene 15 (15 es menos que 22) entonces puedes pensar que es un alimento no tan malo si de contenido de grasa hablamos.

Con esto ya tienes resuelto el asunto en los alimentos empacados. Acuérdate que ese dato es por porción y debes leer cuántas porciones vienen en lo que tu compraste. Recuerda que la porción es lo que se supone que debes consumir, generalmente no es el empaque completo.

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