Como adelantamos el domingo pasado, se confirmó el pase de Kylian Mbappé del Mónaco al Paris St-Germain. Pero como el equipo parisino no puede seguir gastando dinero sin quebrar las reglas del Fair Play Financiero (ya gastaron 250 millones de dólares en Neymar), se las ingeniaron de esta manera: Mbappé llega “a préstamo” hasta junio del 2018, con una cláusula de compra de 215 millones de dólares (contando bonos y comisiones).

Hecha la ley, hecha la trampa: en los libros contables del PSG no aparece la compra del jugador hasta el año que viene. De esa manera, todo es “legal”, aunque se manche el espíritu del Fair Play Financiero: no gastar más dinero del que se genera.

Esto traerá un dolor de cabeza para el abogado esloveno y presidente de UEFA, Aleksander Ceferin, quien el viernes pasado declaró: “Los países no pueden comprar jugadores”, una amenaza dirigida directamente a los dueños qatarís del PSG.

En términos futbolísticos, este fichaje deja al PSG con una delantera temible: Mbappé-Cavani-Neymar. Objetivo número uno, por lo menos, llegar a la final de la Champions League, porque seguro barrerán en el campeonato francés.

En España todavía puede haber novedades; el libro de pases se cierra hoy y los fanáticos del Barcelona esperan lo que pase con Philippe Coutinho, por quien harían una cuarta oferta al Liverpool, pero todo indica que será rechazada.

No es casualidad que los dueños de los equipos que más gastaron tienen dinero infinito gracias a su procedencia: el Manchester City (Abu Dhabi) y el Paris St-Germain (Qatar). Veremos si eso alcanza para ganar títulos.

futbol@eluniversal.com.mx

Google News

Noticias según tus intereses