La Asociación de Natación de Jalisco carga con las culpas que corresponden a la Federación Mexicana de Natación, según información en redes sociales. ¿Son las redes sociales vehículos de información oficial? Si así fuera, se trata de una acción cínica e hipócrita, después de negar primero lo que después se pretende sancionar. ¡Pero nadie estampa su firma!

Desde el 17 de diciembre del pasado año, el presidente de la Federación Mexicana de Natación ha estado negando que el agua de las albercas de Guadalajara, en ocasión del Campeonato Nacional de Curso Corto de Natación realizado en aquella ciudad, hubiera provocado daños respiratorios y reacciones alérgicas en la piel a centenares de nadadores.

Juró y perjuró que habían analizado interna y externamente aquellas aguas, y que eran absolutamente puras; por tanto, las quejas obedecían a campañas políticas en su contra.

Lleno de ira, una ira sin expresión externa, como venganza por las quejas y por el retiro del Estado de México y Baja California del evento, ha despojado a los atletas de los récords y marcas realizadas, como si fuera el propietario de la natación mexicana, lo cual hemos catalogado de abuso de poder, pero es —más que eso— maltrato a menores de edad, los únicos que no tienen responsabilidad de lo sucedido.

Hoy, 40 días después de los hechos suscitados en Guadalajara , de manera insólita y contradictoria, aparece una comunicación de la FMN en las redes sociales, en la que esa entidad suspende en Guadalajara , en ese espectacular complejo acuático, toda actividad competitiva hasta que no se aclaren las calidades de las aguas de las albercas olímpicas de aquella ciudad, culpando —de hecho— a la Asociación de Jalisco por los problemas de diciembre.

¿Falso o verdadero? Cabe esa duda, por cuanto la comunicación tiene varios aspectos no confiables, como no es confiable el mismo presidente de la FMN, personaje que, más que pensar en promover proyectos de desarrollo viables para mejorar nuestro deporte en el contexto nacional e internacional y proteger a los nadadores, se ha dedicado a promover aquellas que frenan precisamente proyecciones de largo aliento y de verdadero éxito.

¿Qué dice la supuesta comunicación de la FMN , publicada en las redes sociales con el logotipo de la Federación, pero sin sello ni firma oficial que la respalde? En una de sus partes dice así: “...Suspende la realización de eventos deportivos en el estado de Jalisco , hasta que no se acredite fehacientemente el cumplimiento de toda normatividad aplicable a instalaciones acuáticas techadas...”. Más varios etcéteras.

Si esta comunicación fuera oficial; es decir, cierta, implica el reconocimiento de la FMN de que, en efecto, las aguas de las albercas de Guadalajara ocasionaron lesiones a los atletas, tanto respiratorias como epidérmicas, por lo cual la FMN debe derogar las sanciones abusivas e ilegales que ha impuesto a sus nadadores, ¡Sí! A sus propios nadadores, a quienes debía respetar y proteger como se protege a los hijos, pues. Sin exagerar, los nadadores son como los hijos de la Federación, los hijos de las Asociaciones, los hijos de los Clubes, a quienes hay que proteger y no maltratar, como —de hecho— ha estado sucediendo por parte del presidente de la FMN.

Faltan, sin embargo, respuestas a preguntas muy importantes:

—Si la FMN no aceptó en aquel momento que la calidad del agua era el problema de las afectaciones de salud producidas en Guadalajara, ¿cómo se explica que suspenda eventos futuros allí, en el estado de Jalisco?

—¿Cómo la FMN no acredita los récords y tiempos realizados por los nadadores de los dos estados que se retiraron, pero 40 días después reconoce que hubo los problemas que originaron la decisión que justificó el retiro del campeonato, impidiendo futuros eventos en aquellas albercas hasta que se certifiquen sus calidades?

—¿Cómo la FMN no certifica como ganador al Estado de México en dicho evento, cuando era líder del mismo y, por retirarse y demostrar con hechos lo sucedido, se da un desconocimiento total de su participación?

Si la comunicación aparecida en redes sociales fuera absolutamente cierta, estamos en presencia de directivos desvergonzados, de doble moral, politiqueros por excelencia, cuyos intereses personales y el protagonismo del cargo importan más que toda la comunidad de la natación mexicana en su conjunto.

Esperemos a que esta madeja de desinformación se aclare, ya que de alguna manera deberá tomar el cauce de la verdad.

deportes@eluniversal.com.mx

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