Quienes conocieron hace algunos años al guanajuatense Rafael Barba Vargas, mejor conocido como el “Gallo” Barba, jamás se imaginaron que le bastaría un sexenio para dejar de ser un empresario pequeño, dueño de una agencia de viajes y un modesto bachillerato particular, y convertirse en un industrial hotelero.

En la región del Bajío se sabe que el empresario es uno de los consentidos de la actual administración estatal y que, incluso, en ocasiones llega a desempeñar el papel de funcionario al tomar parte en las decisiones para asignar contratos de obra pública.

Rafael “El Gallo” Barba es compadre del gobernador Miguel Márquez Márquez, pues el mandatario y su esposa María Eugenia Carreño apadrinaron en 2012 a una de las hijas del empresario originario del municipio de Irapuato.

Por aquellos años, las actividades productivas de Barba Vargas no eran del todo prometedoras, pues operaba la agencia de turismo Interviajes del Centro y un bachillerato particular de nombre Centro de Estudios Superiores de Irapuato, con una matrícula de alrededor de 200 alumnos y colegiaturas mensuales de alrededor de 600 pesos.

Sin embargo, el irapuatense se convirtió en una de las piezas clave para financiar la campaña del actual gobernador, ya que se dedicó a recolectar los apoyos financieros con la clase empresarial de la región.

Ya sea como resultado de una gran labor de recaudación o por la amistad que lo une con Márquez Márquez, “El Gallo” no tardó en convertirse durante el gobierno de su compadre en uno de los hombres de mayor influencia en la entidad; incluso hay quienes aseguran que el empresario controla buena parte de las licitaciones.

En 2015, el empresario se vio envuelto en un escándalo por una licitación de medicamentos del Instituto de Salud Pública del Estado, luego de que se le asignara de manera directa el contrato por alrededor de mil millones de pesos a la empresa Intercontinental de Medicamentos (InterMed), quien al parecer mantenía tratos con Barba Vargas.

Incluso, un punto de acuerdo presentado en el Senado, y publicado en la Gaceta LXIII/1SPR-7/63009 el 25 de mayo de 2016, asegura que existió una red de complicidades en la compra de medicamentos integrada de un lado por Alfonso Salvador Aceves Barba, sobrino del “El Gallo” y ex asesor del secretario de Finanzas estatal, y por otro, Salvador Razo Ortiz, concuño de Barba Vargas y encargado de adquisiciones del Seguro Popular.

Con esta red familiar de adquisiciones, dijeron los senadores priístas, se asignaron de manera directa contratos para el abasto de medicinas por un valor de 4 mil 469 millones de pesos, con los que resultaron beneficiados desde 2013 la propia Intermed y otras empresas de razón social Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico (DIMESA) y Phoenix Farmacéutica.

La evidente bonanza sexenal ha permitido a “El Gallo” participar incluso en la industria hotelera. Documentos del Registro Público de Comercio de Jalisco dan cuenta que Barba Vargas constituyó en 2013 la empresa Promotora PIN S.A.P.I. y que a través de ésta participó en la construcción y ahora en la operación del Hotel Ibis de Irapuato, inaugurado apenas el 23 de noviembre del año pasado, y para el cual se requirió una inversión cercana a los 100 millones de pesos.

El gobierno de Guanajuato anunció hace apenas unos días la implementación del Programa de Mantenimiento de Carreteras 2018, mismo que consiste en arreglar, bachear y pintar las avenidas de la entidad y para el que se invertirán más de 400 millones de pesos. Algunos de los interesados en el proyecto creen que ya tiene destinatario: una de las empresas del “Gallo”.

Guanajuato es en más de un sentido un estado clave para el PAN y para el candidato de la alianza México al frente, Ricardo Anaya. Fue una de las tres entiendes donde Anaya dio el banderazo de salida a su campaña y podría aportarle más de un millón de votos el 1 de julio, como se lo prometió el candidato Diego Sinhue Rodríguez.

La relación de Barba Vargas con el gobernador Miguel Márquez, quien apoya abiertamente a Anaya, tiene otro ingrediente interesante. El ex alcalde de Silao, el panista Gerardo Valdovinos, es otro de los empresarios consentidos de la actual administración y en el pasado estuvo relacionado con el queretano Manuel Barreiro.

Barreiro, ya se sabe, ha puesto a Anaya en los reflectores por el presunto delito de lavado de dinero. Valdovinos a su vez está relacionado con el delfín de Márquez y Anaya, Diego Sinhue Rodríguez, el candidato a gobernador por la Coalición por Guanajuato al Frente, y con el propio Rafael Barba.

Vaya relaciones peligrosas.

Oro Negro: otra de Pensionissste. La empresa Oro Negro, de Gonzalo Gil White y José Antonio Cañedo, va con todo contra Pemex por los daños y perjuicios que le habría causado la cancelación de tres grandes contratos para la operación de plataformas petroleras. En el proceso se podrían llevar de calle a varias Afores, entre ellas Pensionisste, que como en el caso de ICA mal invirtió en la empresa ya cuando estaba al borde del concurso mercantil. El abogado que viene aterrizando la estrategia contra Pemex es Jesús Guerra y los que defienden a las Afore son Everardo Espino y Alejandro Sainz.

Twitter: @MarioMal. Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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