“¡Qué hermosa apariencia tiene la falsedad!”

Shakespeare.

Con la mayoría de la que goza Morena en el Congreso de Tabasco, y en gran parte de los parlamentos estatales, ayer se aprobó una modificación al Código Penal del Estado que permitirá encerrar hasta por veinte años a quienes extorsionan y bloqueen empresas públicas y privadas.

Quizá, la proporcionalidad de la pena no es la idónea, por ejemplo: un bloqueo, en su máxima sentencia, podría resultar en pasar más tiempo en prisión que, digamos, un homicidio en riña que de acuerdo al artículo 114 del mismo código contempla un castigo de cinco a doce años de cárcel.

Incluso, un violador podría pasar menos tiempo en prisión que un manifestante rijoso que cierra una empresa privada y extorsiona a cambio de su liberación, el artículo 148 le impone al violador, en el peor escenario, hasta dieciséis años contra los veinte del manifestante.

Entiendo que para el Congreso en Tabasco, el bien jurídico tutelado de la libertad de empresa y el libre tránsito tiene mayor peso que el de ciertos tipos de homicidio y violaciones sexuales, su soberanía les permite decidirlo así, con todo y la polémica que esto genera, estoy seguro la ley podría abonar a la mermada confianza en las instituciones del país, ¡Enhorabuena!... Supongo.

Si esta ley hubiera estado vigente en 1996, el entonces activista social Andrés Manuel López Obrador, acusado del bloqueo de pozos petroleros en Tabasco, habría estado preso, probablemente, hasta el 2016, nunca hubiera sido ni jefe de gobierno de la Ciudad de México ni mucho menos Presidente de México.

Seguramente, y con cierta razón, se habría quejado de ser un preso político y habría dicho que los asesinos pasan menos tiempo en prisión que él.

Extraña mucho que un gobierno emanado en mucho, justamente, de estas prácticas, de los bloqueos, de las tomas de instalaciones o de la resistencia civil “pacífica”, ahora se envuelva en la bandera de la más estricta legalidad contra acciones que a ellos mismos habrían puesto tras las rejas.

Pues no, no es lo mismo ser borracho que cantinero, ni modo. Sin embargo, ¡vaya se aprecia la sinceridad!, ayer mismo la mejor defensa de la Ley Garrote vino directamente de la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, textual: “Han querido manipular un tema para generar supuestas movilizaciones con otros intereses que es la refinería Dos Bocas”.

El que avisa no traiciona, queda claro entonces que si un grupo de manifestantes que simpaticen con la Transformación y se alejen de las posturas “conservadoras” opta por cerrar un centro comercial para un “boicot pacífico” no se les tocará, pero que a nadie se le ocurra ni un mitin contra Dos Bocas porque se van derechito al bote.

Veremos si salen valientes.

De Colofón

.- Pues el Presidente pide que bajen las tasas de interés, López Obrador habla con Bloomberg, el secretario de Hacienda da conferencias de prensa y la 4T se prepara para enfrentar los datos duros del no crecimiento en el segundo trimestre.

@LuisCardenasMX

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