“En la profundidad de la mentira habita lo perverso”. Elena Garro

Cuando Andrés Manuel López Obrador mandó al diablo las instituciones nunca imaginó que a la larga tendría tantos imitadores de todos colores, olores y sabores. Tampoco, que sus detractores, adversarios y enemigos podrían superarlo y convertir aquella arenga mefítica en una realidad de consecuencias vergonzosas y perversas…

Me explico…

Al dar carpetazo al caso del fiscal electoral, los senadores, presionados desde muy “arriba”, terminaron por mandar al diablo las instituciones desde las instituciones; echaron bajo el tapete el escándalo de la remoción desaseada del funcionario tóxico para proteger sus intereses mezquinos, apagaron la luz y se fueron seis días de “puente”; se hicieron los muertos, pues…

El espinoso caso del fiscal incómodo, quien denunció fraudes electorales cometidos por gobernadores priístas, y levantó sospechas de injerencia ilícita del consorcio Odebrecht en la campaña presidencial del PRI en 2012, termina en el ridículo. Sin explicaciones ni consecuencias.

Nadie va a responder si el cese intempestivo de Santiago Nieto fue justificado, si quien incendió la pradera violó la ley y por lo tanto se le han de fincar responsabilidades o si “alguien” lo amenazó para impedirle pelear su restitución… y obligarlo a tirar la toalla. Tampoco sabremos si el titular encargado de la PGR tenía facultades para removerlo, ni siquiera si Alberto Elías Beltrán cumple con los requisitos para ocupar el cargo.

Del “ruideral” sólo queda silencio… y de la prisa, cansancio.

El caso es que, en estos tiempos revueltos, las instituciones de justicia, están descabezadas. El país carece de fiscal electoral, fiscal anticorrupción, no han sido nombrados los 18 magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa y, lo peor, no hay fiscal general de la República.

En pocas palabras, procesos justicieros fundamentales están detenidos por el fracaso de la política, que lejos de abrir puertas teje telarañas y envenena, aún más, lo poco que hay.

El desprecio a un reclamo social añejo es palpable y la desconfianza creciente de la ciudadanía, la consecuencia.

Senadores, diputados, integrantes del gobierno federal y los partidos políticos se han fijado plazos, han tenido tiempo y han contado con todos los elementos para concretar las grandes reformas del aparato judicial y el combate a la corrupción que le urgen al país desde hace décadas. En cambio, se muestran empeñados en dar prioridad a la impunidad de los abusos y probables delitos cometidos desde las más elevadas cumbres del poder; han boicoteado a la justicia. Todo, sin vergüenza…

EL MONJE AGÓNICO: Este día de muertos, todos los aspirantes a una candidatura presidencial independiente sienten un invierno de infierno; padecen, entre el infarto y la agonía, para recabar, cada uno, 866 mil 593 firmas de apoyo, para aparecer en la boleta de la votación presidencial. Ayer, Día de Todos los Santos, esos mártires de la democracia rezaron al santo de su devoción; rogaron luz y fuerza para cumplir el requisito. Con iPhones y ramos de cempasúchil piden su calaverita. Eso les pasa por querer jugar a la silla presidencial, fuera de la bacinica partidista. La más adelantada de los atrasados es Margarita Zavala; apenas lleva 35 mil 738 firmas; nada más le faltan 830 mil 855. Si quedan 103 días de colecta, la esposa de Felipe Calderón necesita un promedio de 8 mil adhesiones diarias… y un milagro. ¿Y qué le digo de los demás? La realidad es perversa; la puerta para que esos camellos entren al reino de los cielos es más pequeña que el ojo de una aguja. La partidocracia que hizo la ley también hizo la trampa para espantar las moscas en su sopa.

@JoseCardenas1 josecardenas@mac.com www.josecardenas.com

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