En la semana Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, sostuvo que en la zona del euro los tipos de interés de referencia se mantendrán en los niveles actuales hasta el primer trimestre de 2020. Sin embargo, estableció que incluso puede optar por una baja en los tipos de interés que los sitúe en terreno negativo y relanzar la compra de activos. La Reserva Federal de Estados Unidos optó igualmente por mantener sin cambios la tasa de interés de referencia, pero también abrió la puerta a una reducción en alguna reunión inmediata en el año en curso.

Las decisiones de los bancos centrales se perciben en los mercados de divisas, provocando movimientos en las cotizaciones de las principales monedas, destacadamente el dólar con relación al euro. Aun cuando los tipos de interés en Estados Unidos, como en la zona del euro, en el Reino Unido y en Japón, están muy por debajo de lo que los organismos financieros internacionales y los ministros de finanzas y banqueros centrales de las mayores economías consideran las tasas de interés de referencia normales, las diferencias son importantes. Los movimientos en los mercados de divisas dejan ver una suerte de disputa o de guerra en materia de tasas de interés. En particular destaca el punto de vista del gobierno de Estados Unidos, que crítica la distancia entre las tasas de interés de referencia en ese país y las que prevalecen en la zona del euro. El comportamiento de las tasas de interés y las propias observaciones realizadas en las reuniones de los consejos directivos de los bancos centrales revelan la continuidad de la inestabilidad financiera y la debilidad en el crecimiento de varias de las principales economías a nivel mundial.

Es el contexto en que se desenvuelve la economía México, sin que se observen en el país resultados particularmente positivos en materia de crecimiento del producto interno bruto (PIB). Según información del Inegi, en el primer trimestre del año el PIB tuvo una variación negativa de 0.2% con relación al trimestre anterior. Destaca que las actividades secundarias tienen una reducción mayor, del orden de 0.6%, y en su comparación con el mismo trimestre de 2018, la baja es de 2.1%. Es en este contexto que varios organismos financieros y económicos internacionales, como el FMI y la OCDE, bancos transnacionales, el propio Banco de México y la calificadora Moody’s han estado reduciendo las estimaciones de crecimiento para la economía en México. Moody’s tiene una expectativa de crecimiento del PIB en México en 2019 de 1.2%, una cifra cercana a la del Banco de México. El problema mayor es que considera que el desempeño de la economía en el país y el diseño de la política económica ejecutada por el gobierno federal le obligarán a realizar más recortes en el gasto público. Con ello se estaría pavimentando el camino hacia un menor crecimiento económico.

Otro de los hechos relevantes de la semana es la aprobación por el Senado de México del denominado T-MEC. El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, reaccionó positivamente ante la aprobación y destacó que el también conocido como USMCA es el acuerdo comercial más fuerte y más avanzado que se haya negociado. Sostuvo que la ratificación del USMCA por parte de México es un paso crucial hacia delante. Sin duda, los datos del comercio de exterior de México son un argumento para insistir en la necesidad de un acuerdo comercial y de capitales con Estados Unidos. Pero también son un elemento para el mantenimiento del tipo de relación económica construida en los 30 años previos en México con ese país.

No hay en el escenario proyectos y menos actores sociales que impulsen una relación diferente desde México con otros espacios de la economía global. La puesta en marcha del T-MEC tampoco implica modificaciones relevantes en la dinámica de la economía del país. Los cambios deberán proceder de otros ámbitos, y considerar otras acciones y la participación de otros actores sociales.

Mientras estos cambios no avancen, la inestabilidad financiera y las disputas en los mercados financieros entre las mayores economías a nivel global afectarán negativamente al país. El contexto obliga a contar con una política económica que firmemente propicie el crecimiento considerando un amplio aumento de la inversión y como una parte del esquema las medidas anti cíclicas ante un mayor debilitamiento de la economía.

 
Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
Twitter: @GregorioVidalB

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