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Nicolás Freire:
Si vienes a entregarte completamente a nuestros queridos Pumas, si estás dispuesto a partirte la cara en cada uno de los partidos, si demuestras minuto a minuto amor por la camiseta azul y oro, si sales al campo como un auténtico líder, si te echas al equipo al hombro y conquistas a la gran afición universitaria, bienvenido; de lo contrario, vuelve a casa, porque no eres la pieza del rompecabezas que esperamos armar.
Espero te hayas dado tiempo de leer sobre la gran historia de Pumas; si lo hiciste ¿no te parece un joya? Sabrás también que desde hace tiempo andamos buscando un defensa central poderoso, serio, inteligente, capaz, sólido; un guía y buen futbolista que sea respetado por sus compañeros y el rival. Ahora se me vienen dos a la mente: Claudio Suárez y Darío Verón. Quizá ya te contaron de ellos o por lo menos te suenan sus nombres, porque fueron estrellas de sus respectivas selecciones nacionales.
Me enfocaré en Verón por ser extranjero, igual que tú. Darío, paraguayo; tú, argentino. Se convirtió en ídolo, el público lo adoraba. Reunía todos los requisitos, era un deleite verlo en el campo; líder en la cancha y en el vestidor, capitán del equipo y por si fuera poco, cuatro veces campeón de Liga.
Ante esto tienes mucho por hacer. Ánimo, si te traen es por algo. De ti va a depender si triunfas o eres una anécdota.
Dedícate a jugar, a ser ejemplo; enseña a los jóvenes tus aptitudes. En las buenas y en las malas da la cara. Convierte la central de nuestro querido equipo en un lugar impasable. Lucha muy fuerte para conseguir objetivos personales y de grupo. Por favor no hagas grupos, no rompas el vestidor. Por último, disfruta tu estancia, respeta nuestro escudo.
