Escucho a la limón, a dos alegres compadres, Andrés Guardado y Diego Lainez que tal y como era de esperarse, comparten mas allá de la cancha y el vestuario del Betis de Sevilla.

Gustazo verlos.

“Acá iba a estar Andrés, quien desde que llegué sabía que me iba a ayudar mucho en todos los sentidos”, dice sonriente Diego; entre risas, Guardado contesta: “Aquí lo vamos orientando a éste”.

Relevante que ambos, pero sobre todo con su experiencia europea, Andrés hable de Chucky Lozano, Roberto Piojo Alvarado y Edson Álvarez , quienes desde luego desean se unan a la lista que supera los 15 jugadores que actualmente militan en las ligas europeas.

Me parece escuchar a Hugo Sánchez, quien alguna vez dijo que él quería ayudar a sus compatriotas para que jugaran en España , pero no sucedió así del todo. Recuerdo que Javier Aguirre , cuando dirigió al Zaragoza integró a su cuerpo técnico a Manuel Vidrio y años más tarde a Ignacio Ambriz , cuando dirigió al Atlético de Madrid .

Andrés Guardado

pone el dedo en la llaga y levanta la voz diciendo que entre otros obstáculos que enfrenta el jugador mexicano que emigra, está el de la dificultad para obtener un pasaporte comunitario y defender así también el jugar en Europa sin ocupar una plaza como extranjero.

Él juega como naturalizado español pasados prácticamente 12 años de haber llegado al Deportivo La Coruña . Sin embargo, Guillermo Ochoa , quien llegó en 2011 todavía no es comunitario. Dice bien Andrés , que jugadores argentinos o colombianos, por tener familiares en Europa o por alguna otra razón obtienen más fácilmente un pasaporte europeo, cosa que los mexicanos tienen más complicado y un aquí no hace tan fácilmente una oferta por un extracomunitario.

Detrás de las palabras de Guardado , la lectura es que hay mucho trabajo por hacer. Pienso en voz alta y me atrevo a preguntar: ¿qué sucedería si alguien se especializara en el tema y realmente ayudara a nuestros futbolistas a emigrar?

Qué tal una política migratoria eficaz, porque desde hace 30 años los mexicanos ya podemos tener dos nacionalidades y antes muchos hijos de europeos, españoles principalmente, debían escoger nacionalidad llegando a los 18 años.

Qué tal un proyecto deportivo que cambie las circunstancias actuales de los futbolistas mexicanos. Cambiar las cosas para bien, el futbol no es el único deporte que padece por este tema migratorio. El desarrollo de nuestro país que se agiganta día a día, como es el caso, requiere atención.

Que alguien voltee a ver esta necesidad, que responda por nosotros y como decimos los mexicanos, “nos de un empujoncito”.

@fernando_andere

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