Si usted cree que todos los millennials la llevan fácil, pues no; al menos los personajes de esta historia, empezando por Blue Sargent, están condenados a la incertidumbre; ella, por ejemplo, matará al amor de su vida cuando lo bese por primera vez. Tiene 16 años, es guapa, simpática e inteligente. Gamsey está obsesionado por encontrar una línea ley, “líneas de energía que unen lugares de especial relevancia espiritual”, que lo lleve a la tumba de Glendower, un poderoso rey que desapareció hace cientos de años; Adam Parrish anda en busca de sí mismo y también se interesa por las líneas ley; Ronan Linch es un valemadrista, bueno a la hora de la pelea y lleno de misterio. A Noah les toca descubrirlo a ustedes, lo mismo que a Sierra. Todos se mueven en las novelas de Maggie Stiefvater, de las cuales, ahora comentaré la primera de la tetralogía The Raven Boys, La profecía del cuervo, traducida por Alexandre Casal y publicada por Ediciones SM, en la Ciudad de México en 2014, y reimpresa en 2017.

La familia de Blue vive de la adivinación. Maura, su madre, es la primera que le advierte la marca en su destino. Blue asiste a una escuela pública, mientras los otros personajes van en Aglionby, una escuela para clase alta. Todos viven en Henrietta, una pequeña ciudad ubicada en Virginia. Con un estilo vivaz, Maggie Stiefvater, quien nació en Harrisonburg, Virginia, USA, en 1981, desarrolla una extensa historia de un grupo de jóvenes que viven entre la realidad, la fantasía y el largo proceso de encontrarse a sí mismos. Los varones están en el proyecto fantástico en ubicar la línea ley que pasa por Henrietta. Gamsey tiene una experiencia significativa que lo lleva con las adivinas; pero no va solo, lo acompañan sus amigos. Una noche antes han conocido a Blue en la pizzería donde trabaja de mesera y hacen un complicado contacto. Aparte, la chica ya ha visto a Gamsey en una experiencia sobrenatural en la noche de san Marcos, en las ruinas de un templo antiguo, que las adivinas suelen visitar, porque les revela elementos valiosos para su trabajo. Por ejemplo, desfilan ante ellas los espíritus de los que morirán en los próximos 12 meses.

Adam corteja a Blue, pero ella lo esquiva diligentemente, sobre todo porque le cae bien y no desea acabar con su vida; además piensa que está predestinada para otra persona, y resulta evidente el espíritu femenino con que la autora maneja estas sutilezas, incluso cuando Maura debe explicar a su hija quién es su padre y qué pasó con él, pues Blue no lo ha visto en su vida. Las otras mujeres que aparecen son bastante notables: Neeve, quien tiene un programa de televisión para hacer su trabajo de adivina y es muy buena; Cala, quien con sólo tocar a una persona se entera de cosas importantes de su vida; Persephone, quien ve el futuro sin problemas, y la joven Orla, quien tiene una clientela a la que atiende por teléfono. Viven en la misma casa. Blue no posee el don de la adivinación pero tiene la virtud de que incrementa el poder de las otras. En algún momento se hace amiga de los muchachos y los acompaña en una excursión de exploración del sitio donde la línea ley se manifiesta. Allí ocurren una serie de eventos que son esenciales en el desarrollo de la trama de la novela. Maggie está ubicada como una novelista para jóvenes, pero La profecía del cuervo puede ser leída por cualquiera que le guste la adrenalina.

Para empezar, la historia transcurre en un pueblo rodeado por montañas verdes y boscosas y por la noche se vuelve mágico. De hecho, Gamsey, quien pertenece a una familia de multimillonarios, por eso decidió estudiar en Aglionby, una escuela donde se preparan los futuros dirigentes de la industria y la política de Norteamérica. Es una novela llena de sorpresas y sabiduría. Enigmática. Los personajes poseen ese humanismo que se repite en los jóvenes que no temen enfrentar los retos de la vida. Varias expresiones enriquecen la novela: “El auténtico significado de crear, es hacer algo de la nada”, algo que muy pocos podrían negar. “La extraña felicidad de amar sin saber por qué”, ¿acaso no es lo que todos nos preguntamos al advertir que estamos enamorados? “La gente se pone a gritar porque no tiene el vocabulario suficiente para susurrar”. Esto, además de un llamado a la prudencia, es lindo. En fin, creo que es una novela perfecta para sentir que empezamos de nuevo nuestra vida. Ya me contarán.

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