Hace dos días, el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció que se reclutarán 50 mil elementos adicionales para el Ejército, la Marina y la Policía Federal. Van algunos comentarios sobre el tema:

1. Pueden haber muy buenas razones para incrementar el número de elementos de las Fuerzas Armadas y la Policía Federal. Pero López Obrador no las especificó. Simplemente señaló que abría la convocatoria para que “entre todos, serenemos al país” ¿Qué significa eso en concreto? No sé.

2. ¿Cómo llegaron a la cifra de 50 mil nuevos reclutas? Lo ignoro. En términos relativos, implica un incremento de 16% en el número de integrantes del Ejército, la Marina y la Policía Federal. Probablemente haya alguna lógica detrás de ese número, pero el Presidente electo no la reveló.

3. López Obrador no hizo distinción entre soldados, marinos y policías federales. ¿Le es indiferente a qué fuerza se integran los nuevos reclutas? ¿O hay objetivos específicos de crecimiento para cada dependencia? Si los hay, ¿por qué no mencionarlos? ¿Por qué dejar al público con el mensaje de que los militares van a seguir siendo utilizados, ad infinitum, en labores de policía?

4. Sumado, el presupuesto de la Sedena, la Semar y la PF es de 140 mil millones de pesos. Un incremento de personal del tamaño propuesto costaría entre 20 y 25 mil millones de pesos ¿Tienen contemplados esos recursos? ¿Para cuándo? ¿Cómo encaja eso con la declaración de Alfonso Durazo de que no habrá presupuesto adicional para el sector?

5. Reclutar a 50 mil elementos para las fuerzas de seguridad no es cosa menor. De 2000 a la fecha, el estado de fuerza del Ejército y la Marina creció en 32 mil elementos. Por su parte, la PF pasó de 10 mil a 37 mil elementos en el mismo periodo. Dicho de otro modo, el incremento propuesto por López Obrador equivale a 85% del incremento total registrado en lo que va del siglo. ¿En qué plazo piensan lograr esas metas de reclutamiento? ¿A lo largo del sexenio?

6. Parece haber una lógica profundamente centralista detrás de la idea. Además del anuncio del reclutamiento adicional, el Presidente electo afirmó lo siguiente: “Se van a crear 32 coordinaciones territoriales y en cada una van a trabajar de manera conjunta policías y militares de todas las corporaciones. Van a estar trabajando en estas coordinaciones la Policía Federal, la Policía militar, la Policía naval, la Policía ministerial; el acuerdo es que estén policías municipales y estatales y va a haber mando único en cada coordinación”. Es de suponerse que el mando único sería federal. En consecuencia, se está asumiendo que las autoridades federales en los estados van a asumir el control operativo de todas las corporaciones estatales o municipales. Eso o López Obrador tiene una definición inusual de mando único.

7. Si en las coordinaciones territoriales “van a trabajar de manera conjunta policías y militares”, es probable que un repliegue gradual de las Fuerzas Armadas no esté en los planes del próximo gobierno. Más bien, parece que se imaginan que la participación militar en tareas de seguridad pública es algo ya permanente e irremediable. Y eso tal vez explique su decisión de incrementar el estado de fuerza federal.

Mucho de lo anterior no es más que duda y especulación. Tal vez en el programa más detallado que, según dicen, se dará a conocer el 24 de octubre, se resolverán estas inquietudes. Pero, si ese es el caso, tal vez valdría la pena que el nuevo equipo guardase prudente silencio de aquí a entonces. Seguir presentando planes en aproximaciones sucesivas, como si fuera novela por entregas, logra que pocos crean, muchos duden y todos acaben confundidos.

alejandrohope@outlook.com @ahope71

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