Texto y fotos actuales: Lady Janeth Robles Martínez
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Miguel Ángel Garnica
Contrario a lo que se cree en la actualidad, “en el primer siglo del cristianismo, la Primera Comunión la realizaban puros adultos, el día que se bautizaban se confirmaban, y por primera vez se acercaban a la comunión, los tres sacramentos eran juntos, esta tradición empezó a cambiar desde la Edad Media (cuando) se separaron los sacramentos”, menciona Alfredo Ramírez Jasso, Abad Emérito rector de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, El Buen Tono.
En la religión católica realizar la Primera Comunión es llevar a cabo un sacramento requerido por la Iglesia, este acto de fe es entendido como el primer encuentro con Cristo y se da en la eucaristía dentro de la misa, en donde la persona por primera vez participará del cuerpo y la sangre de Jesús, a través de la hostia y el vino consagrado en la ceremonia.
Entrevista con el padre Alfredo Ramírez Jasso, Rector de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe "El Buen Tono", sobre la Primera Comunión.
En la imagen se muestra el acto religioso de la Primera Comunión, el sacerdote oficia la misa. Foto Archivo EL UNIVERSAL.
Imagen obtenida de la película "Mi primera Comunión" con Juliancito Bravo 1969.
Edición de la película "Primera Comunión" del director Alberto Mariscal, en donde actúa el niño Juliancito Bravo, 1969.
El colegio de la fe
El niño debe de recibir una preparación a través del catecismo, que dura en promedio entre cuatro y cinco meses. Quienes llevan a cabo la preparación de los niños a través del catecismo son las catequistas y sus ayudantes quienes a través de un sistema escolarizado, muy similar a la primaria por medio de juegos y material didáctico enseñan los temas de fe a pequeños de entre 6 y 12 años de edad; sin embargo, si un adulto realiza la Primera Comunión, la enseñanza que se le da es un poco más rápida y requiere de menor tiempo de preparación, todo depende de cada iglesia.
Addacella Martínez fue ayudante de catequista por un año en la iglesia Santa Elena de la Cruz en Chimalhuacán, para ella “ser catequista es una manera de contribuir a la extensión de la doctrina católica, además de que es una manera de atender las necesidades de la Iglesia”.
De acuerdo con su experiencia como ayudante “hacer la Primera Comunión es tener los cimientos básicos de la religión católica, por tal motivo los niños tienen que asistir al catecismo que es como ir a la escuela, si no aprenden lo que se les enseña corren el riesgo de no pasar de año”, tienen que aprender de memoria oraciones básicas como el Padre Nuestro y el Yo pecador, entre otras.
Para la señora Sonia Galicia madre de familia “que sus hijos realicen la Primera Comunión significa mucho, pues es un acto familiar desde que ella tiene memoria” toda su familia ha celebrado la primera comunión a los 12 años de edad.
Considera que “de nada sirve llevar a cabo esta celebración si no saben lo que significa, por tal motivo sus hijos tienen que aprender lo que es el catecismo y seguirlo, uno como madre cumple con enseñarles lo que significa la religión, pero ya depende de ellos si lo llevan a cabo o no”.
Entre la moda y la tradición
Celebrarla en la actualidad es una cuestión de organización por parte de los padres de familia y los grupos o colegios a los que asisten los niños. De la misma forma, la vestimenta del niño o niña depende de cada familia, del dinero que tengan para comprar tal o cual vestido o de la costumbre existente.
“La Primera Comunión es un tema totalmente religioso, que en torno a ella hagan fiesta, vestido y todo, ese ya es un aspecto social… lo único que les decimos a los papás es que los niños vengan con un vestido de fiesta, para que el niño entienda que se trata de una fiesta, no traer el vestido de todos los días, tradicionalmente esa vestimenta es blanca, el estilo del modelo no nos toca a nosotros darlo”, explica el padre Jasso.
Para los vendedores de la calle de República de Chile, en pleno Centro Histórico, los sábados y domingos son los días de mayor venta, en donde los vestidos de niña se venden más que los trajes para niño, pese a esto, reconocen que ha bajado mucho este negocio porque “actualmente hay muchos cambios de religiones… y por la economía, muchos ya prefieren llevar el uniforme de la escuela”.
Algunos coinciden en que hay dos temporadas al año claramente identificadas en las que la venta de vestidos y trajes de Primera Comunión se ven ligeramente incrementadas, así lo menciona el señor Alberto Rodríguez “la primera temporada inicia de mayo a agosto y la segunda temporada va de noviembre y parte de diciembre”.
Contrario a las creencias, el sacerdote Alfredo Jasso menciona que “nunca ha existido en forma estricta fechas pre establecidas para que los niños puedan realizar su Primera Comunión, son costumbres de las personas, la comunión se hace cualquier mes del año, y en cualquier día de la semana (...) que algunos colegios si tengan fechas establecidas, es cosa del colegio”.
De acuerdo con el señor Alberto Rodríguez “los vestidos de primera comunión van de acuerdo a la moda. Recuerdo que cuando salió la telenovela de Amor Real, los vestidos ampones se empezaron a poner de moda, por tal motivo los diseñadores no siempre sacan los mismos modelos, cada medio año o cada año cambian, porque el gusto del cliente va cambiando”.
En la actualidad las niñas deciden el vestido, “antes el vestido lo decidían las mamás, ahora es muy notorio que lo decidan las niñas”, señala la señora la Otilia Huerta, comerciante con más de 24 años dedicada al negocio de venta de vestidos y trajes de Primera Comunión.
En el caso de los niños la elección del traje es muy diferente, pues los papás son los que aún eligen lo que llevarán sus hijos, porque no hay muchos modelos de dónde escoger. En la actualidad se ha incrementado la venta de guayaberas para que los niños realicen su Primera Comunión, porque es una prenda de vestir que se puede seguir utilizando el resto del año.
El niño tiene que vestir de blanco “porque el día de su bautismo se les impuso un vestido blanco que es un signo de encuentro con Dios, de resurrección, de pascua”, puntualiza el sacerdote; sin embargo, los vendedores señalan que en la actualidad el color del vestido puede variar, ahora las personas piden indistintamente entre el color blanco o el color hueso, lo que les importa es el diseño.
De acuerdo con la señora Otilia Huerta el vestido original que se utilizaba en las Primeras Comuniones era el vestido tradicional español que se caracterizaba por ser conservador y sencillo “que consta de alforzado, el bordado que vendría siendo el gaviado, y tela de organza, con ligeros cambios en la manga, el cuello, pechera o cualquier otro detalle”.
Niños en el día de su primera comunión, vestidos de traje, vela en mano y brazalete. Foto Archivo EL UNIVERSAL.
Niña vestida de religiosa, hincada, en representación de la Comunión con Dios. Foto Archivo EL UNIVERSAL.
La inocencia de dos niñas comparando sus vestidos de Primera Comunión. Imagen del Archivo fotográfico de EL UNIVERSAL.
Aunque la labor de venta de la señora Otilia Huerta consiste en mostrar a la gente la calidad de los vestidos, así como el bordado que tienen y el lugar donde se mandó a hacer, todo es en vano, pues señala que hoy los diseños que prefieren las niñas son aquellos vestidos “desmontables, los strapless, ahora prefieren vestidos como tipo quinceañeras chiquitas, aquellos vestidos que no traen manga o vienen con tirantito chiquito y vestidos muy brillantes y hasta corrientes” en su opinión.
Para ella “las mamás que están más ubicadas en lo que es la Comunión prefieren el vestido estilo español, las mamás que nada más llevan a sus hijas a presentarse y a salir del compromiso que se echaron, les da lo mismo que comprar un vestido de cuello gaviado que el de pedrería y escotado”.
El costo aproximado de un vestuario de Primera Comunión para niña oscila “entre los mil 500 y los 2 mil pesos los más caros”, pero “la mayoría de las personas prefiere los precios que van de los mil 100 a los mil 200 pesos” puntualiza el señor Alberto Rodríguez.
Diseños actuales de vestidos de Primera Comunión con escote, strapless, tirantes, pedrería y corsé tipo quinceañera, falda voluminosa. Foto: Janet Robles.
Vestido y trajes modernos de Primera Comunión. Los trajes de los niños lucen ahora un poco más largos con terminación en recto o bien saco corto con terminación en redondo. Colores hueso y blanco. Calle de República de Chile. Junio 2018. Foto: Janet Robles.
Vestidos de Primera Comunión exhibidos en un aparador de un local en las calles del Centro de la capital. Junio 2018 Foto: Janet Robles.
La costumbre señala que también deben llevarse ciertos accesorios. Las niñas deben portar una biblia, una vela, un rosario y un limosnero, el cual es una pequeña bolsa de tela blanca en la que se acostumbra guardar el rosario o anteriormente un pequeño misal de oración. Para los niños: una biblia, una vela, un rosario y un moño o brazalete en la manga del traje.
Actualmente, pocos son los locales que venden accesorios religiosos, ya que ahora en algunas iglesias la venta se realiza en el momento en que los niños son inscritos al catecismo, señala la vendedora Otilia. En aquellos locales en los que aún se llegan a vender, el precio ronda entre los 600 y los 700 pesos.
Paquete de accesorios religiosos de mujer, (lado izquierdo) se puede ver el limosnero, (lado derecho) la biblia, la vela y el rosario. Foto Janeth Robles.
Paquete de accesorios religiosos de hombre (lado izquierdo) se puede ver el brazalete con moño, (lado derecho) se puede ver la biblia, la vela y el rosario. Foto Janeth Robles.
La señora Otilia Huerta recuerda que “antes lo que se acostumbraba era que el padrino comprara casi todo, desde el vestido, la ropa interior, los zapatos; ahora, me he dado cuenta que por lo general, quienes compran los trajes y vestidos son los papás y los padrinos ya casi no”.
Finaliza diciendo que “la venta de trajes y vestidos de primera comunión va a continuar por mucho tiempo más, porque así como han existido muchos cambios de religión, muchos siguen conservando la religión católica” de generación en generación.
En nuestra foto principal se observa a una familia posando juntos, el día de la Primera Comunión. Fototeca de EL UNIVERSAL. 1968.
La foto comparativa antigua es una imagen captada de la calle de República de Chile vista desde República de Péru, en el Centro Histórico. Colección Villasana-Torres. 1929.
Fotos antiguas:
Archivo fotográfico EL UNIVERSAL.
Fuentes:
Abad Emérito rector Alfredo Ramírez Jasso de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe “El Buen Tono” (Abad Emérito es un título de honor y respeto que se le da a la persona superior encargada de una abadía o iglesia), Adacella Martínez ayudante de catequista; Otilia Huerta y Alberto Rodríguez vendedores de trajes y vestidos de Primera Comunión de la calle República de Chile y Sonia Galicia madre de familia.