Investigadores alrededor del mundo, interesados en conocer el impacto de la vacuna contra el Covid-19 , estudian los primeros efectos producidos en la población inmunizada , advirtiendo que, pese a que las personas cuentan aún con tan solo una de las dosis , hay muestras de una disminución considerable en las infecciones asintomáticas. Sin embargo, aseguraron que todavía falta mucho por analizar y concluir en torno a si este tratamiento es capaz de detener la transmisión del virus .

Desde que se implementó la distribución de vacunas en distintos países, un grupo de epidemiólogos ha trabajado hasta el cansancio en busca de evidenciar los alcances de las inyecciones disponibles contra el SARS-CoV-2 y si estas detendrán la propagación viral, pues aseguraron que “esa característica es difícil de medir”.

Hasta la fecha se sabe que los inmunizantes tienen la capacidad de aminorar los síntomas de la enfermedad y los expertos están interesados en esclarecer si también pueden evitar que las personas se infecten y transmitan el virus.

De acuerdo con una publicación de “Nature”, los análisis preliminares sugieren que es probable que algunas de las vacunas bloqueen la transmisión , pero asegurar este efecto resulta complicado ya que si una región experimenta un alza en el número de contagios dependerá no sólo de la falta de efectividad o buena respuesta de los fármacos preventivos, sino de otros factores como cambios en el comportamiento de la población , al destensar los bloqueos y descuidar las medidas de protección individuales o la transmisión asintomática.

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“Estos se encuentran entre los tipos de estudios más difíciles de realizar”, expresó Marc Lipsitch , epidemiólogo de enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard en Boston, Massachusetts. "Todos estamos ahí afuera, tratando con avidez de ver qué podemos obtener de los pequeños fragmentos de datos que salen".

Según el vacunólogo Larry Corey , del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Washington, una vacuna que sea altamente efectiva para prevenir que las personas adquieran la infección implicaría la reducción de casos del Covid-19 . Sin embargo, para la obtención de estos efectos los inmunizantes deberán de ser administrados a un gran número de la población.

Hasta la fecha, el uso de vacunas como Moderna demostraron que las personas en que fueron aplicadas presentaron una caída en la cantidad de ARN viral contenido en el organismo, incluso cuando sólo habían sido provistos de una de las dos dosis del tratamiento . Esta disminución equivalió a dos tercios menos, en comparación de los pacientes que recibieron un placebo.

Por su parte, el ensayo de la vacuna de AstraZeneca se encargó de tomar muestras de los participantes cada semana, estimando una reducción del 49.3% en las infecciones asintomáticas entre un subconjunto de participantes vacunados en comparación con el grupo no vacunado.

Muchos especialistas concuerdan en que es posible que las vacunas no detengan o disminuyan significativamente las infecciones por Covid-19. Sin embargo, reconocieron que estas tienen la capacidad de hacer menos infecciosas a las personas portadoras del virus y así reducir su transmisión.

A este respecto, varios grupos de investigación en Israel están midiendo la carga viral de las personas, ya que esta “es un buen indicador de la infecciosidad”. Esto quiere decir que los expertos contabilizan la concentración de partículas virales en la población vacunada que posteriormente contrae el SARS-CoV-2 .

De este modo, uno de los equipos observó una caída significativa en la carga viral en un pequeño número de personas infectadas en las dos a cuatro semanas después de recibir la primera dosis de la vacuna Pfizer, en comparación con las que contrajeron el virus en las dos primeras semanas después de la inyección. Esto sugiere que el tratamiento tiene mayor efectividad con el paso del tiempo.

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"Los datos son ciertamente intrigantes y sugestivos de que la vacunación puede reducir la infecciosidad de los casos de Covid-19, incluso si no previene la infección por completo", expuso Virginia Pitzer, modeladora de enfermedades infecciosas en la Escuela de Salud Pública de Yale en New Haven, Connecticut.

En consonancia, los resultados de Oxford-AstraZeneca también observaron una mayor reducción de la carga viral en un pequeño grupo de participantes vacunados que en el grupo no vacunado. No obstante, para los investigadores aún no está claro si dichas disminuciones en la carga viral son suficientes para que las personas reduzcan su capacidad de contagiar a las y los otros.

Por ello, los epidemiólogos están rastreando los contactos cercanos de las personas vacunadas con el objetivo de conocer si se encuentran indirectamente protegidas de la infección. Simultáneamente, están a la espera de los resultados de algunos estudios en las próximas semanas y aseguraron que hacen falta mayor numero de investigaciones, las cuales abarquen más individuos y poblaciones más grandes: "Realmente necesitamos pruebas que abarquen todo el espectro".

nrv

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