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Por décadas, los gobiernos de México consideraron que la globalización era una política que por sí misma generaría crecimiento económico, sin desarrollar estrategias que la complementaran, lo que provocó una división del país en un norte con más riqueza y un sur con carencias, dijo el economista Dani Rodrik.

En la Convención Nacional de Industriales que organizó la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), el profesor turco dijo que al país le faltaron políticas complementarias que le permitieran generar crecimiento.

“Por algunas décadas, los gobiernos de México pensaron que la globalización fue la estrategia de desarrollo, pero lo que aprendimos es que la globalización no es la estrategia entera, sino que tiene que estar completada con otras”, explicó, como pueden ser políticas de inversión y desarrollo de capacidades.

El problema que observa en la economía mexicana es que se impulsaron las exportaciones en una zona del país y se olvidó la parte de la economía interna y la otra mitad del territorio, lo que llevó a dividir al país en dos, expuso el economista.

En otras palabras, hay dos países dentro de México: uno en el cual hay desarrollo y está ligado a las ventas al exterior, y otro con bajo crecimiento, pobreza y mucha informalidad. Así, el gran reto del gobierno es hacer que ambos se junten y crezcan.

Comentó que a pesar de que México es uno de los países con mejor estabilidad macroeconómica e indicadores positivos, no registra crecimiento ni desarrollo.

Agregó que el país tiene éxitos y fracasos, como todos, pero debe reconocerse que si bien hay avances, existen rezagos, sobre todo en ciertas regiones en las cuales no hay avances tecnológicos e industriales.

Además, tienen que generarse empleos de calidad que permitan vivir mejor a la gente y no solamente se tiene que pensar en crear trabajos en la industria, sino también en el sector de los servicios.

Para Rodrik, se puede ver claramente en México cómo hubo estados que si bien se desarrollan, tienen distintos resultados.

Por ejemplo, la política pública que se implementó en Querétaro atrae inversiones extranjeras en diversos sectores como el aeroespacial.

Mientras en Puebla prevalece más la industria manufacturera tradicional y, si bien hay inversión, hizo falta la presencia de más trasnacionales.

Explicó que a escala global hay una crisis de confianza de las instituciones públicas, sobre todo porque la población siente que no hay atención a sus necesidades. Dijo que en el mundo ha habido líderes populistas en la historia que gustaron de mirar hacia políticas del pasado.

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