Por considerar que estamos enfrentando una inflación pandémica que será transitoria, los subgobernadores del (Banxico), Galia Borja Gómez y Gerardo Esquivel Hernández, votaron por no subir la en la última decisión de política monetaria que se anunció el pasado 12 de agosto.

Sin embargo, el resto de tres miembros de la junta de gobierno se pronunciaron por un aumento de 25 puntos base con lo cual la tasa de política monetaria pasó de 4.25% a 4.50%.

Estas fueron sus razones, según da cuenta la Minuta de la reunión del órgano colegiado en la que se contó con la presencia por primera vez del nuevo secretario de Hacienda, y el subsecretario del ramo, Gabriel Yorio, quienes tienen voz, pero no voto.

LOS VOTOS DISIDENTES

Galia Borja expuso que subir la tasa conduciría a validar las expectativas de la tasa de interés para el cierre de año vinculadas a una comunicación controversial en la decisión de junio.

“La inflación, a mi juicio, está siendo afectada principalmente por la inflación global, así como por distorsiones generadas por la pandemia como cuellos de botella, cambios en los patrones de consumo, recuperación de precios, y elementos multifactoriales relacionados a condiciones climáticas”.

Consideró que validarlas no clarifica el significado de reforzar la postura monetaria, podría conducir a una inconsistencia dinámica en futuras decisiones y puede implicar un estrechamiento mayor al necesario de las condiciones financieras locales.

Estableció que si bien existe poca certidumbre sobre cuál será su duración por la situación inédita que enfrentamos, mantiene su consideración que serán de carácter transitorio.

Propuso que en un marco de alta incertidumbre, optar por una postura de decisiones graduales permite establecer una mejor guía de comunicación y evitar confundir un reforzamiento con un ciclo alcista de tasas, toda vez que el término de este reforzamiento puede coincidir con un estrechamiento de las condiciones financieras y monetarias internacionales, en donde probablemente sea necesario contar con mayor espacio en el uso de la política monetaria.

SEÑAL INCORRECTA

En lo anterior coincidió Gerardo Esquivel al ponderar que existe un amplio consenso en torno al carácter predominantemente transitorio de las presiones inflacionarias que se observan a nivel global.

“Un aumento de la tasa de interés no tendría efectos sobre la inflación proveniente de choques de oferta”, esgrimió al asegurar que mantener la tasa no pone en riesgo la convergencia de la inflación hacia su meta.

Advirtió que aumentar nuevamente la tasa de interés podría transmitir la señal incorrecta de que la inflación actual tiene un carácter más permanente, lo que a su vez podría afectar las expectativas de corto y mediano plazo, así como al proceso de formación de precios.

La política adecuada en el contexto actual, en su opinión, es mantener la tasa y explicar con mayor detalle el origen y las causas de la inflación observada, reiterando el carácter transitorio de la misma.

Refirió que otros bancos centrales están utilizando una estrategia basada en una comunicación cuidadosa y coherente en la actual coyuntura y que incluso fue utilizada exitosamente por Banxico en 2012 ante choques de oferta similares.

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vcr/lsm

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