La economía mexicana alcanzó un mínimo crecimiento en los primeros tres meses de 2021 por el repunte de la pandemia de Covid-19 en el primer bimestre, los apagones eléctricos y la falta de gas natural en febrero, así como las disrupciones a las cadenas de suministros manufactureros, entre otros factores.

De acuerdo con los resultados de la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) publicados por el Inegi, la economía se expandió 0.4% en el primer trimestre respecto al periodo inmediato anterior. La tasa reportada es inferior a la de 3.3% alcanzada entre octubre y diciembre del año pasado.

La segunda ola de la pandemia ralentizó la recuperación del PIB durante el primer trimestre de 2021 y lo dejó en un nivel similar al del segundo trimestre de 2016, comentó Julio Santaella, presidente del Inegi, a través de su cuenta de Twitter.

Pese a lo anterior, el dato preliminar superó las expectativas de los especialistas, quienes apostaban por un estancamiento o, incluso, una ligera contracción en el periodo.

Con este resultado, la economía logró acumular tres trimestres consecutivos al alza.

Dado que en enero y febrero la economía se contrajo, el resultado del trimestre implica una recuperación de más de 2.0% mensual durante marzo y sugiere una inercia poderosa para la recuperación, comentó Daniel Arias, analista de Monex.

El presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que si se creció poco en el primer trimestre fue porque la pandemia afectó al inicio del año, pero aun así no se cayó la economía.

“A mediados de este año ya vamos a estar en la situación económica que estábamos antes de la pandemia”, aseguró.

Pandemia, apagones y gas frenan la economía
Pandemia, apagones y gas frenan la economía

Industria estancada

Por componentes, el Inegi detalló que la actividad industrial reportó una nula variación durante los primeros tres meses del año, luego de que en el cuarto trimestre de 2020 había registrado un alza de 3.9%.

El estancamiento obedece a disrupciones en la producción manufacturera, a causa de la escasez de insumos —por ejemplo, microprocesadores para autos—, y parones en febrero por la falta de gas natural, producto de las heladas en Estados Unidos, eclipsando el desempeño favorable de otras industrias, como la minería no petrolera.

El sector de servicios fue el que más contribuyó a que la economía no cayera en terreno negativo, al reportar una expansión de 0.7% trimestral.

Tras cierta debilidad en enero, la gradual y constante mejoría en las condiciones epidemiológicas desde mediados de febrero impulsó su dinamismo.

La creación neta de empleos y una menor incertidumbre apoyaron el consumo, mientras que las ventas al menudeo avanzaron en el trimestre por el relajamiento de las medidas sanitarias y un impulso adicional por las remesas, tras la aprobación del paquete fiscal en EU.

Por su parte, el sector agropecuario reportó una baja de 1.3% entre enero y marzo de este año respecto al trimestre inmediato anterior, con lo que acumula dos periodos consecutivos en terreno negativo. La producción pudo verse afectada por un menor dinamismo en la demanda y un clima adverso.

Así, con base en cifras ajustadas por estacionalidad, la economía mexicana en el primer trimestre del año se mantuvo 2.9% por debajo del nivel alcanzado en el primer trimestre de 2020, previo a la crisis sanitaria.

Por grandes divisiones económicas, el PIB de las actividades industriales cayó 2.3% y el de los servicios, 3.6%, en tanto que el de las actividades agropecuarias logró crecer 2.8% a tasa anual.

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