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México puede iniciar 2018 prácticamente sin producción nacional de gasolina Premium. A punto de concluir el año, Pemex enfrenta dificultades para cubrir la demanda de este combustible procesado en las refinerías domésticas, usado preferentemente por autos de reciente modelo.

En noviembre, según datos de la empresa productiva del Estado, en el país se redujo la producción de Premium a valores mínimos históricos, pues las refinerías de Cadereyta, Madero, Minatitlán, Salamanca y Salina Cruz dejaron de producirla.

Solamente Tula aportó al mercado 526 barriles diarios, un volumen que no alcanza a cubrir ni 1% de la demanda nacional, por lo que es previsible que a partir de enero y hasta el cierre del primer trimestre se tenga que importar toda la gasolina Premium que demanda el mercado nacional.

El comportamiento que está teniendo la producción nacional corresponde con el aumento sin precedente de las importaciones también en noviembre, aunque en la Base de Datos Institucional de Pemex las compras externas no se desglosan por tipo de combustible.

En 2017 la producción de Premium se redujo sistemáticamente, al pasar de 14 mil 67 barriles diarios en enero a prácticamente cero (55 barriles).

En contraste, según las proyecciones de la Secretaría de Energía, el consumo de este combustible mostrará un crecimiento promedio anual de 2.9% en los siguientes 12 años. Así, se espera que dicha demanda pase de 189.3 mil barriles diarios en 2018 a 236.7 mil en 2030.

Este tipo de gasolina sólo es empleado por 17% del parque vehicular, estimado en 33.6 millones de vehículos, y su mayor demanda se concentra en la Ciudad de México, Veracruz, Nuevo León y Estado de México, en donde se comercializan alrededor de 63.9 mil barriles diarios, lo que equivale a 34% del consumo nacional.

La gasolina Magna tiene una tendencia similar, pues su producción se redujo de 290 mil 601 barriles por día en el primer mes del año a 180 mil 132 en noviembre, lo que representa una caída de 38% en el año.

Actualmente, la producción de Magna cubre las necesidades de una cuarta parte del parque vehicular, el resto depende de compras externas.

Pemex asegura que parte del problema tiene que ver con el proceso total de petróleo crudo, que al tercer trimestre del año se ubicó en 647 mil barriles diarios. En comparación con el proceso de igual trimestre de 2016, el volumen disminuyó 23.8%.

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