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Bruselas.- El Parlamento Europeo ratificó ayer la nominación de Christine Lagarde como la próxima guardiana de la divisa única europea, el euro.

Los eurodiputados dieron el aval a la candidatura como presidenta del Banco Central Europeo (BCE), con 394 votos a favor, 206 en contra y 49 abstenciones.

A la jurista francesa solamente le falta la aprobación del Consejo Europeo, un mero procedimiento formal que tendrá lugar durante la cumbre de octubre, para reemplazar a Mario Draghi a partir del 1 de noviembre próximo, para un mandato de ocho años.

Antes de la votación, tuvo lugar un debate en el pleno, en el que más allá de profundizar sobre las cartas credenciales de la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), los eurodiputados intercambiaron puntos de vista sobre el funcionamiento del banco europeo y los objetivos que debe seguir.

Eurodiputados populares, socialistas, verdes y liberales apoyaron el trabajo realizado por el BCE, destacando su labor para preservar el euro y garantizar la estabilidad de la eurozona.

“Nominar a Lagarde es básicamente una confirmación del curso trazado por Mario Draghi y el BCE. Fue el banco central el que salvó el euro. Sin el BCE no tendríamos estabilidad de precios”, aseguró el eurodiputado verde Sven Giegold, tras desacreditar los ataques a la institución y resaltar que los problemas se deben a que algunos miembros de la eurozona no cumplen sus deberes.

“Lagarde será esclava de las políticas irrealistas de la eurozona, el derroche de dinero seguirá su curso, van a seguir con las políticas que tienen a nuestro continente sumergido en el endeudamiento, es como la orquesta del Titanic que sigue tocando mientras se hunde el barco”, denunció el eurodiputado flamenco, Gerolf Annemans, del euroescéptico Grupo Identidad y Democracia.

Christine Madeleine Odette Lallouette nació en París, Francia el 1 de enero de 1956 en el seno de una familia de clase media, católica y de padres docentes.

Creció con sus tres hermanos en Le Havre, comuna al noreste de Francia y practicando la disciplina de nado sincronizado.

Intentó, sin suerte en dos ocasiones, ingresar a la prestigiosa Escuela Nacional de Administración de París, al final terminó estudiando derecho, profesión que la llevaría a ocupar la presidencia de Baker & McKenzie, una firma internacional de abogados de Chicago.

En 2015, el presidente francés Nicolas Sarkozy la mandó llamar para ocupar el Ministerio de Comercio, después pasó al de Agricultura y posteriormente al de Finanzas, en el cual estuvo directamente involucrada en el diseño de la estrategia europea para contener la crisis bancaria y presupuestal en la eurozona.

Para junio de 2011, Christine Lagarde se trasladó a Washington para ocupar la presidencia del FMI, instancia que formó parte de la troika involucrada en el proceso de rescate económico del Estado griego.

La primera prueba para Lagarde al frente del BCE será la crisis de la eurozona que se avecina por la creciente deuda en Italia.

De materializarse este riesgo, el banco europeo, al igual que ocurrió en la crisis griega, deberá trabajar conjuntamente con Bruselas y los Estados de la eurozona para proteger a la divisa colectiva y la estabilidad regional.

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