Durante la campaña para ganar las Elecciones Presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump ya no podrá tomar a la industria automotriz como botín político, pues ya se sustituyó el antiguo tratado de libre comercio por el T-MEC , consideran expertos.

“Afortunadamente, en la contienda electoral, como sí lo fue hace 4 años, el ya no anticipamos que sea un botín para el tema político .

“No lo vemos simple y sencillamente porque habiéndose reemplazado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que fue el botín político, por el T-MEC, ese tema ya no lo vamos a ver”, anticipó Juan Francisco Torres Landa, socio de la firma de abogados Hogan Lovells.

En 2016, durante la campaña para ganar la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump aseguró que el TLCAN había sido injusto para su país, pues muchos empleos y empresas, sobre todo del sector automotriz, habían migrado a México.

Una vez ganada la presidencia, Trump presionó para renegociar el tratado comercial donde finalmente se establecieron reglas más estrictas en el T-MEC para la fabricación de vehículos en Norteamérica y ahora se deben incorporar más autopartes y materiales provenientes de Canadá, Estados Unidos o México.

La nueva regla de origen para la fabricación de vehículos aumentó de 62.5% a 75%, el contenido de componentes provenientes de Norteamérica.

Torres Landa agregó que más allá de la firma y ratificación del T-MEC, la industria automotriz aún enfrenta varios retos para operar de manera óptima en el país como seguridad, infraestructura y energía.

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En materia de seguridad, los crímenes dolosos llegaron a niveles récord en 2018 y 2019, y probablemente en 2020 alcancen un nivel más alto.

“La capacidad de una planta para desarrollar sus capacidades depende de un contexto que facilite su desarrollo.

“En el país hay 27 plantas de ensamble distribuidas en muchas partes del país”, destacó Torres Landa.

Respecto a infraestructura, el socio de Hogan Lovells comentó que todavía hay cuellos de botella en infraestructura para que las plantas automotrices operen a todo su potencial.

Adicionalmente, la energía eléctrica y el gas no son tan confiables en suministro y costos, lo que impacta la competitividad de las plantas.

“Las recientes decisiones en materia energética están en colisión con lo que el T-MEC implica y no se están cumpliendo las reglas de competitividad, transparencia y no discriminación”, agregó durante la mesa redonda: México ante las elecciones en Estados Unidos.

Por otra parte, para alcanzar los niveles de contenido regional que marca el T-MEC, la industria automotriz en México está incrementando sus inversiones en Investigación y Desarrollo para establecer centros de ingeniería donde los sueldos son más altos y ahí es donde el país puede cumplir con el requerimiento de que 40% del 75% del contenido regional venga de países donde se pagan 16 dólares por hora a los trabajadores.

vcr/hm

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