La calificadora Standard and Poor’s dijo que el nuevo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador muestra pragmatismo con lo que su administración probablemente fortalezca el papel del estado en temas económicos , pero sin llevar a cabo un cambio sustancial hacia políticas anti-mercado o populistas .

“Es probable que el nuevo gobierno modifique la política fiscal para cumplir con sus prioridades políticas. Sin embargo, esperamos que la política fiscal siga siendo cautelosa y que evite grandes desequilibrios”, dijo la firma.

En el documento “Análisis de escenarios y de sensibilidad: las políticas de AMLO y la renegociación del TLCAN definirán el futuro del sector corporativo en México”, la agencia dijo que se espera que la nueva administración muestre continuidad en la política monetaria, sin cambios significativos en la política cambiaria.

“El pragmatismo será importante para mantener el crecimiento económico y los fuertes vínculos económicos del país con Estados Unidos ”, detalló.

En el texto, la firma definió tres escenarios económicos del nuevo gobierno, en el cual, las medidas más negativas serían implementar un modelo insostenible de crecimiento económico con políticas antimercado, lo cual aumentaría hasta en un 50% el riesgo de disminuir calificación de corporativos en el país.

“En nuestra opinión, este podría ser el escenario más disruptivo desde el punto de vista de las calificaciones crediticias. Si se materializa el escenario, consideramos que el sesgo negativo de calificación aumentaría hasta 50% en el mediano plazo, que es un nivel que no se ve desde 2009”, dijo la calificadora.

Standard and Poor’s

detalló que en el escenario negativo se asume una renegociación desfavorable del TLCAN que resulte en una disminución cuantitativa de flujos comerciales para México.

“Aunque el sector corporativo se beneficiaría de una economía revigorizada en 2019, un modelo de rápido crecimiento que no es sostenible en el mediano plazo tendría repercusiones negativas en las calificaciones crediticias. Por otra parte, las políticas o acciones del gobierno que se perciban como desfavorables para los inversionistas privados, incluyendo en el sector de energía, podrían desincentivar los flujos de capital hacia México”, detalló.

En un escenario positivo, se asume que el gobierno entrante implementa rápidamente medidas para mejorar las condiciones económicas, y que en general adopta políticas pro-mercado, incluyendo el apoyo a las instituciones y el libre comercio.

“Consideramos que una exitosa renegociación del TLCAN mejora la actividad comercial y restablece la confianza de los inversionistas hacia México”, añadió.

La calificadora destacó que durante su campaña presidencial, López Obrador expresó su escepticismo con respecto a la apertura del sector de energía de México a las empresas privadas desde 2013, así como hacia la construcción en curso del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.

“En nuestra opinión, el desarrollo del sector de energía, que podría ser la principal fuente de inversión privada, impulsaría el crecimiento del PIB , la creación de empleos y los ingresos del sector público" explicó.

En ese sentido, la firma dijo que no se prevé un escenario con grandes cambios en la estrategia energética del país en el corto plazo.

“Consideramos que el nuevo gobierno de México tendrá incentivos para aprovechar la flexibilidad derivada de la reciente reforma energética para atraer inversión privada al sector”, agregó.

lsm

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