Hay cerca de 50 empresas mexicanas que están dispuestas a contratar un porcentaje de los 600 mil migrantes y refugiados que llegarán al país para incorporarlos en labores operativas y administrativas.

Sin embargo, hace falta que se agilicen los trámites migratorios, tributarios y bancarios para unirse a la fuerza laboral, expuso Fomento Económico Mexicano (FEMSA).

El sector privado contabilizó entre 1.2 y 1.6 millones de vacantes no cubiertas en el país, por lo que empresas como Amazon, Alsea, Arca Continental, Chedraui, Coppel, FEMSA, Bimbo, HEB, Hilton, HSBC, Hyatt, Lóreal, Manpowergroup, Marriott International, junto a la organización Tent y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para las Refugiados buscarán contratar, al menos, 20% de los 600 mil migrantes en los próximos años.

Debe considerarse que los migrantes y refugiados dejan su país “por distintas circunstancias y condiciones, que muchas veces son jóvenes capaces y fuertes y se juegan todo para buscar cómo resolver las necesidades de ellos y sus familias”, comentó Roberto Campa Cifrián, vicepresidente de asuntos corporativos de FEMSA, en entrevista con EL UNIVERSAL.

Desde 2019, FEMSA contrató 2 mil 800 migrantes y refugiados, que tenían desde la educación básica, preparatoria, licenciatura, hasta maestrías y doctorados.

La empresa embotelladora tiene como meta contratar 27 mil personas para 2027, en tres etapas, incluyendo beneficiarios directos e indirectos, como son los familiares.

En su mayoría son migrantes y refugiados haitianos, le siguen los venezolanos, salvadoreños, hondureños, nicaragüenses y cubanos, quienes, al igual que un mexicano que busca trabajo, deben cumplir con ciertos requisitos para ser contratados, dijo la jefa de Diversidad, Equidad e Inclusión de FEMSA, Anabel Olivas Gallardo.

Tienen que tener una identificación, además de que por ser migrantes deben contar con un permiso provisional o permanente para laborar, así como tener su Registro Federal de Contribuyentes y una cuenta bancaria, no obstante, “falta reforzar en nuestro sistema de gobierno” todos estos trámites, porque “las instancias están sobre saturadas y requieren más inversión”, señaló Olivas Gallardo.

Para los migrantes es difícil tener en orden sus papeles, por lo que les puede tomar hasta seis meses o un año sacar un permiso de trabajo que tendrá vigencia de sólo un año.

“Hay que meterle empuje (a los trámites), hay muchos avances y se ha mejorado, dependiendo de la entidad federativa, pero nos sobrepasa, no le podemos quitar el enfoque a eso porque si se facilita podemos ir más rápido, tenemos que ir más rápido”, añadió Olivas Gallardo.

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