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El fabricante de autobuses Volvo está listo para ofrecer unidades más modernas y eficientes en el país, a medida que los gobiernos locales se sumen a las iniciativas para promover un transporte público más limpio.

Volvo es líder en el mercado mexicano de autobuses foráneos, en el cual cuenta con 36% de participación y en el segmento de autobuses urbanos tiene 50% de penetración.

Los autobuses urbanos o BRT (Bus Rapid Transit) son los que se utilizan en el sistema de transporte conocido como Metrobús.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Rafael Kisel, director general de Volvo Buses México, dice que este año esperan cerrar con la venta de 750 autobuses, que representan un crecimiento de 12% respecto a 2017.

Este crecimiento está sustentado en las ventas del Volvo 9800, uno de los autobuses más eficientes en consumo de diésel y en seguridad.

“A pesar de que el mercado se ha contraído en autobuses foráneos, hemos crecido en volumen. El [modelo] 9800 ha tenido buena aceptación y este año hicimos un segundo lanzamiento del 9800 de dos pisos y también ha sido muy bien recibido”.

“El gasolinazo hizo que el costo del diésel fuera el gasto operativo más importante de los clientes. Eso hizo que se fijaran más en el rendimiento de combustible y nuestro autobús ha salido muy bien evaluado”.

En autobuses urbanos, Volvo espera comercializar 100 unidades BRT este año.

Sobre las iniciativas de gobiernos locales para modernizar el transporte público, Kisel comenta que todos quieren hacerlo, pero es una cuestión que está “muy politizada”.

“En el mundo el transporte público es subsidiado y si uno quiere pasar a una política mayor, el gobierno tiene que subsidiar el transporte”.

En el caso de los autobuses eléctricos, el directivo dice que estos circulan en Suecia, Noruega, Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos e Inglaterra, pero en México aún no.

“Esta transición será por etapas. Tenemos que iniciar con la electrificación en zonas densamente pobladas, en las afueras con autobuses eléctricos híbridos y todavía van a mantenerse los autobuses a diésel o gas durante un tiempo”, agrega.

Volvo junto con otras empresas suecas como Ericsson, Axis y ABB están trabajando en soluciones para mejorar el transporte de pasajeros.

En el rubro de autobuses urbanos, por ejemplo, detectaron tres megatendencias: conectividad, seguridad y autonomía.

Conectividad se refiere tener internet en los autobuses para que los pasajeros puedan ser productivos mientras hacen su trayecto.

Seguridad comprende todo el equipamiento como cámaras de video, conteo de pasajeros y botón de alarma. Y autonomía no se refiere a que los autobuses se conduzcan solos sino que puedan moverse dentro del estacionamiento para ir al área de limpieza y carga de combustible.

Estas tecnologías están disponibles en sus autobuses; sin embargo, las integran dependiendo de las necesidades del cliente.

Volvo fabrica autobuses foráneos y urbanos en la planta de Tultitlán, Estado de México, la cual recientemente cumplió 20 años y donde emplea a mil 100 personas.

Desde esa planta, la empresa también exporta alrededor de 150 autobuses al año a Estados Unidos.

Acerca de los cambios a la regla de origen para fabricar vehículos en Norteamérica, Rafael Kisel menciona que los autobuses quedaron exentos del ajuste.

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