México es famoso por sus tradiciones para honrar a los muertos, pero otra de las secuelas que deja el es la imposibilidad de realizar un funeral con todos los familiares y amigos, ya sea que el deceso se deba o no a la actual pandemia.

Para los deudos de personas fallecidas por coronavirus no habrá abrazos ni café ni rezos durante la madrugada, ya que la recomendación es cremar el cuerpo inmediatamente y : un doble duelo.

Ante esta situación, las funerarias han tenido que modificar sus servicios. Por ello, Grupo Gayosso incinera a todas las víctimas mortales por la afección y entrega las cenizas a una sola persona.

Sin embargo, como no se realiza un velorio o una misa de cuerpo presente, la firma ofrece la opción de guardar los restos en un mausoleo hasta que pase la pandemia, para que posteriormente la familia pueda realizar una ceremonia con varios asistentes, explica Alejandro Sosa, director de Operaciones de la empresa.

También se puede efectuar un acto religioso sólo con las cenizas. No obstante, incluso en los casos de quienes mueren por otras causas, tampoco es posible tener un funeral tradicional, ya que las medidas de sana distancia ordenan que no haya más de 20 personas en las salas de velación.

En estos casos, Grupo Gayosso puede realizar un funeral virtual en el que los deudos y amigos presencien el ritual desde cualquier dispositivo móvil. Ingresan a un sitio web conmemorativo en el que se comparten fotos y frases de quien ha perecido. Asimismo, se ofrece la opción de comprar flores por internet y enviarlas directamente a la funeraria.

“Este servicio lo arrancamos hace dos años, pensando en las personas que están de viaje o viven en otro país y no pueden asistir a una ceremonia.

“La realidad es que el servicio no tenía mucha demanda, porque acostumbramos a estar cerca, venir y compartir, cuando se trata de un servicio funerario. Fue hasta que se presentó el Covid-19 que empezó a tomar mucho auge”, señala Sosa.

La transmisión, detalla, se hace con cámaras y equipo de sonido de alta definición.

El evento virtual viene incluido en cualquiera de los paquetes que se adquieren con Grupo Gayosso. Además, se puede elegir la cremación o inhumación con un servicio de cuerpo presente.

Hace dos días, el Gobierno de la Ciudad de México recomendó no llevar a cabo funerales de personas fallecidas a causa del coronavirus ni autopsias, debido a que el contagio puede ocurrir incluso cuando el afectado ha perecido.

Tampoco se permite realizar traslados de las víctimas mortales a la zona conurbada del Valle de México ni al extranjero.

En el caso de las funerarias J. García López, éstas sí se cuenta con la opción de realizar un servicio fúnebre y una misa de cuerpo presente para quien perdió la vida por la enfermedad, pero sólo es posible que haya 20 asistentes, y cada uno tiene que estar a una distancia de por lo menos un metro y medio.

“Los familiares tienen el derecho a despedir a sus seres queridos conforme a los usos y costumbres del pueblo mexicano.

“Las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS y OPS, respectivamente) precisan que los cuerpos pueden ser manipulados [embalsamados] y ser presentados ante los deudos”, asegura Manuel Ramírez, director de la empresa.

Hasta el momento, la compañía ha recibido a 75 fallecidos por coronavirus, lo que incrementó 12% la realización de los servicios de ceremonias virtuales en comparación con el periodo marzo-abril de 2019.

J. García López también puede realizar un funeral virtual, pero el director de la firma señala que no es un servicio que le agrade mucho a la población.

“Es invadir la privacidad con una pantalla ahí adentro. La gente está en medio de una pena, y hay cierta resistencia.

“Además, ahora cualquiera puede hacer una videollamada con los deudos que no pueden estar presentes o con personas de la tercera edad, pero no es tan aceptado. Los usos y costumbres de los mexicanos son velar en reunión con nuestros familiares”, explica Ramírez.

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Protocolos

Además de las incineraciones y la distancia en las salas de velación, las empresas en el rubro han tenido que aplicar un estricto protocolo de limpieza a causa de la pandemia: las instalaciones se sanitizan hasta tres veces al día con desinfectante orgánico a base de bactericida, viricida, fungicida y alguicida, que permite la eliminación de 99% de los virus y bacterias.

“Estamos acostumbrados a trabajar con causas de fallecimiento con un alto índice de mortalidad y contagio, como hepatitis, VIH, neumonía, sarampión y tuberculosis”, menciona el director de Operaciones de Grupo Gayosso.

El cuerpo de la persona con coronavirus debe introducirse en una bolsa sanitaria biodegradable y desinfectarse por fuera con químicos de uso hospitalario o con una solución de hipoclorito sódico. Además, debe ser transferido lo antes posible a la agencia funeraria.

En el caso de los vehículos que trasladan los cuerpos, se lavan y desinfectan en cuanto llegan al establecimiento. Por su cuenta, los trabajadores involucrados utilizan equipos de protección individual, “que ronda los 600 pesos. Se han encarecido los cubrebocas, los guantes y las bolsas para cadáver. Prácticamente todo ha subido de precio y es desechable.

“Para cada caso se utiliza un equipo y van dos individuos en cada carroza. Entonces, son mil 200 pesos por cada servicio, más los productos químicos, pero es un costo que no tendríamos por qué impactar de manera exagerada a las familias mexicanas”, afirma el director de J. García López.

Ambas funerarias estiman que en las próximas semanas podrían llegar a su máxima capacidad de hornos crematorios, si es que el número de víctimas mortales por la infección aumenta de manera exponencial. Gayosso tiene 22 y J. García López, ocho.

¿Cómo despedirse?

Al estar totalmente aislados durante la enfermedad y no poder ser velados de manera tradicional, la familia de una persona fallecida por coronavirus no tiene la oportunidad de despedirse, lo que agrava el dolor.

El presidente de la Asociación Mexicana de Tanatología, Felipe Martínez, afirma que esta pandemia tiene implicaciones emocionales muy importantes para los que se quedan, ya que no tienen la tranquilidad de haber visto por última vez a sus seres queridos.

Como en los hospitales no están permitidas las visitas, el especialista recomienda hacerle llegar un mensaje al paciente mediante algún dispositivo electrónico, como una tableta o un celular. También, dice, se le puede dar una prenda, un collar o alguna esclava, si es posible.

Otro punto importante es hablar con los enfermos y aclarar qué quieren, pues algunos, por la edad, ya no desean ser intubados y eso se debe respetar.

“Hay que pensar que la persona ya no está físicamente, pero siempre estará en tu corazón y memoria. Con una fotografía puedes hablar de lo que ocurrió y lo que quieres decirle”, comenta Martínez.

En el caso de los niños, se recomienda explicarles a través de dinámicas como cuentos lo que es un deceso. Un ejemplo sencillo es la transformación de una oruga desde que está en su capullo hasta que se convierte en mariposa y se va.

“Hasta antes de los seis años, la muerte es reversible para el niño. La persona no fallece, sino que va a regresar.

“Entonces, hay que darle una explicación sin confundirlo, porque si no van quedando más dudas y el menor se va sintiendo más triste y más solo.

“Hay que hacer una separación entre religiosidad y espiritualidad, pero cuando las personas tienen una creencia, ayuda mucho a seguir adelante y encontrarle sentido a todo esto”, afirma el presidente de la Asociación Mexicana de Tanatología.

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