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El diseño institucional del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debe considerarse para renovar al regulador, incluso desde la ley, considera la comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), María Elena Estavillo.

“Algunas partes las podemos hacer nosotros como instituto, como órgano autónomo que determinamos nuestro estatuto orgánico (…) tenemos ahí un margen importante para irnos renovando, pero creo que incluso valdría la pena reflexionar sobre cambios institucionales que pudieran hacerse desde la misma ley, para pensar en la gobernanza de estas instituciones”, dice en una entrevista a la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).

La comisionada subraya que se trata de un sector donde se pide innovar, “entonces nosotros tenemos que innovar como institución”. Por ejemplo, se debe cambiar sobre el requisito de tener concesiones o autorizaciones para algunos servicios pues, inicialmente, estaban pensadas para ciertos mercados en la ley y hoy hay nuevos jugadores, señala.

“Tenemos servicios que se han ido modificando por el mismo cambio tecnológico, entonces tendríamos que plantearnos: uno, ¿necesitamos seguir requiriendo de concesiones a todos esos servicios? Y, ¿los nuevos servicios necesitan algún tipo de autorización, de registro, de supervisión mínima por el regulador?”, cuestiona la comisionada.

Sobre la economía digital, afirma que es necesario entender que siempre se está detrás de la tecnología, donde el reto y el objetivo es no quedarse demasiado atrás.

“Es ir dinámicamente reaccionando a las innovaciones, a cómo se mueven los mercados, la tecnología y servicios se transforman”, dice.

Aunque en la Ley y en la Constitución se habla de términos de telecomunicaciones y radiodifusión, se vive en un mundo convergente y digital, destaca, “donde es difícil decir dónde terminan unos servicios y empiezan otros”.

Brecha digital es reto y riesgo. Ante un 36% de la población sin acceso a la conectividad, la comisionada menciona que la brecha digital es una promesa que consiste en un reto, pero también en un riesgo.

“Es una doble promesa, porque ahí hay una capacidad muy poderosa de incorporar a grupos marginados de las oportunidades económicas y sociales que se generan en el país, y a las que debe tener acceso todo el mundo”, afirma.

Sobre la Red Compartida, Estavillo dice que es un proyecto innovador del gobierno, pero “no quiere decir que sea la solución a todos los retos de cobertura e inclusión, sí nos falta contemplar otras acciones”.

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