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Si nadie es monedita de oro, José Antonio Meade, tampoco y, sin embargo, el secretario de Hacienda bate la marca en aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación, nueve días antes de la fecha límite. Y esto se alcanza en una tarde, noche y madrugada, en el pleno de San Lázaro, en la que la dispersión de 5.2 billones de pesos, estaba totalmente planchada.

Hace años, en contraste, en la madrugada misma de la aprobación del presupuesto, era normal ver que el proceso se atoraba.

A las 20:04 horas de este jueves, el presupuesto se aprueba en lo general, por 413 votos a favor y 49 en contra, cuando en todos los espacios del Palacio Legislativo el tema predominante es la sucesión presidencial en la cancha priísta.

Eran las 3 de la mañana de este jueves, cuando el presidente de la Comisión de Presupuesto, Jorge Estefan Chidiac, y su compañero Yericó Abramo Masso, salían de San Lázaro con todos los amarres apalabrados.

A la medianoche, en la Secretaría de Hacienda, con los subsecretarios y con el mismo José Antonio Meade, los diputados Estefan y Abramo cerraban la revisión del presupuesto que iniciaron semanas antes. Desde entonces, el coordinador priísta, César Camacho se reunía con gobernadores y funcionarios hacendarios.

Ya en la mañana, después de una rutina de ejercicio, Camacho Quiroz llega a San Lázaro y ordena que la reunión previa de los 205 priístas fuera hermética, sólo diputados, a quienes les presenta resultados de la negociación final.

Son 45 minutos de revisión de cuentas, de un presupuesto complejo y difícil, que no deja satisfechos a todos, y por ello Camacho pide a su bancada asumir su compromiso con responsabilidad.

Finalmente, el presidente de la mesa directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín, declara aprobado el Presupuesto 2018. Así concluye la jornada plagada de comentarios sobre el “tapado”.

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