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Por primera vez desde su implementación en 2014 con la reforma fiscal, la recaudación programada para el impuesto especial a los refrescos no llegó a la meta.

Para 2017, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estimó obtener 24 mil 556 millones de pesos, pero sólo ingresaron 23 mil 162 millones de pesos a las arcas del gobierno federal.

Lo anterior significó que no se recaudaron mil 393 millones de pesos que se tenían contemplados por el gravamen que se cobra por el consumo de refrescos.

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de un peso por litro de bebidas saborizadas se creó y fue aprobado por el Congreso en 2013.

Se aplica desde 2014, cuando entró en vigor la reforma hacendaria que surgió con el fin de que pague más el que más tiene, y para el caso de los refrescos se hizo con el fin de reducir el consumo y evitar enfermedades como la diabetes y la hipertensión, sobre todo en la población infantil.

En su primer año de vida, el impuesto antiobesidad tuvo mucho éxito, pues rebasó la estimación programada en 5 mil 799 millones de pesos. Se esperaban 12 mil 455 millones de pesos y al cierre de 2014 se captaron 18 mil 254 millones de pesos.

Un año después se calendarizaron 18 mil 271 millones de pesos por el impuesto especial a los refrescos, pero se alcanzó un monto de 21 mil 393 millones de pesos, es decir, que la recaudación por este concepto fue mayor en 3 mil 122 millones de pesos.

En 2016 el impuesto a refrescos dejó ingresos por 23 mil 348 millones de pesos, una diferencia de 2 mil 286 millones de pesos más a los considerados.

Pero en 2017 no se repitió la historia de éxito; incluso, si se compara con el año anterior, se registró una baja de 0.7%.

Comida chatarra. Mientras tanto, por el impuesto a las bebidas energizantes se obtuvo una recaudación de 7.9 millones de pesos frente a los 7.5 millones que se contemplaron inicialmente.

En cambio, el impuesto especial de 8% a alimentos no básicos logró recuperarse en 2017, luego de que en 2016 quedó por debajo de lo programado.

El año pasado los consumidores pagaron por el IEPS que se aplica a la llamada comida chatarra un total de 18 mil 339 millones de pesos, lo que representó un monto mayor en 481 millones de pesos a lo esperado.

Se consideran alimentos no básicos con alta densidad calórica a las botanas, productos de confitería, chocolate y demás productos derivados del cacao.

También los flanes y pudines, dulces de frutas y hortalizas así como cremas de cacahuate y avellanas, los dulces de leche y los alimentos preparados a base de cereales.

Se grava con una tasa de 8% cada 100 gramos o mayor a los alimentos con alta densidad calórica cuyo contenido energético es de 275 kilocalorías.

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