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El Banco Mundial (BM) está ecologizando el sector financiero por medio de la emisión de bonos verdes por más de 10 mil millones de dólares desde 2008, para financiar 84 proyectos relacionados con el clima en 24 países.

Así lo destaca el organismo multilateral en su informe anual 2017, en el cual hace mención en dos ocasiones sobre México. Una, respecto al Proyecto sobre Bosques y Cambio Climático, que ha permitido establecer el manejo comunitario sostenible de 1.8 millones de hectáreas, y brindando medios de subsistencia a muchos residentes rurales, especialmente a mujeres.

La segunda referencia que se hace del país es el convenio de servicios de asesoría reembolsables para fortalecer las zonas económicas especiales en las áreas pobres del sur, mediante acciones para atraer inversión y conectar esas regiones con los mercados locales e internacionales.

Sobre las acciones que ha emprendido en el mundo con los bonos verdes y los bonos vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en el informe se destaca que el Banco Mundial se está movilizando para ayudar a liberar los billones de dólares necesarios para financiar el trabajo a favor del cambio climático.

Pone de manifiesto que desde hace nueve años el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF, integrante del Grupo del Banco Mundial), emitió 10 mil millones de dólares en 18 monedas, mediante bonos de referencia en dólares estadounidenses, euros y dólares australianos; bonos de menor cuantía en otras monedas, y bonos verdes estructurados.

Los bonos verdes del BM —un mecanismo de financiamiento en respaldo de la acción ambiental y climática— han ayudado a financiar proyectos relacionados con el clima que han permitido aumentar la eficiencia energética, y contribuido a desarrollar la energía renovable, entre otros impactos.

Estos bonos cuentan con una calificación AAA, lo que les da una ventaja adicional porque regularmente son una puerta de ingreso a inversiones sostenibles para los hombres de negocio que desean producir un impacto positivo, pero que también necesitan sentirse cómodos con el instrumento, el nivel de riesgo y rentabilidad, y el emisor.

Refiere que el organismo fue uno de los primeros emisores de bonos verdes en 2008 y ha sido precursor del desarrollo de dicho mercado, al reproducir los instrumentos para inversionistas institucionales y minoristas, y en una variedad de monedas y estructuras.

El BIRF también ha preparado documentación sobre las mejores prácticas del mercado para el uso del importe de los bonos verdes y encabezado iniciativas para armonizar los informes sobre el impacto de dichos instrumentos, con el fin de que los inversionistas puedan alinear sus estrategias de asignación de activos con los aspectos relativos a hombres de negocios ambientales y sociales.

Además, el Banco Mundial emitió bonos que, por primera vez, vinculan directamente su rentabilidad al desempeño de empresas que promueven las prioridades de desarrollo mundial establecidas en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, por un monto de 163 millones de euros de inversionistas institucionales de Francia e Italia.

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