Nos cuentan que, desde que se relacionó al presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Adolfo Cuevas, con la iniciativa del senador Ricardo Monreal (Morena) para desaparecer al regulador, hubo una fractura interna. Desde entonces, los otros cinco comisionados que forman el Pleno le han “echado montón” a Cuevas en redes sociales, pidiendo transparencia sobre su labor. Incluso, en una sesión votaron para quitarle atribuciones al presidente interino. Nos recuerdan que, bajo circunstancias distintas y con otros temas en la agenda, el regulador que antecedió al IFT era la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), la cual fue eliminada en la anterior administración para dar paso al instituto. Antes de su extinción, los comisionados también estaban divididos y eran cuatro contra el entonces presidente, lo que dejó mala referencia al decidir si la Cofetel se quedaba o no.

Lupa al gasto ejercido

Desde la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, de Eduardo Leal, nos cuentan que tanto la Secretaría de Salud como la de Comunicaciones y Transportes son las dos dependencias que más han avanzado en el gasto de su presupuesto para obras este año. En la primera, a cargo de Jorge Alcocer, de 155.8 millones de pesos aprobados, con modificaciones, hasta junio, ya ejercieron 79 millones de pesos, casi la mitad. En la SCT, de 24 mil 362 millones de pesos aprobados, ya se gastaron 18 mil millones, en su mayoría en la subsecretaría a cargo de programas como el mantenimiento de carreteras y la remodelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Nos reportan que la CMIC hará un seguimiento a los grandes proyectos del gobierno, pues en tiempos de pandemia, del monto ejercido dependen miles de empleos del sector.

Banxico y su lado emotivo

Con la guía El Dinero y yo, nos dicen que el Banco de México (Banxico), a través de su área de Educación Financiera y Fomento Cultural, que dirige Jessica Serrano, se puso muy emocional. Nos cuentan que por medio de esta guía se muestra cómo el enojo, la alegría, tristeza, miedo y la vergüenza influyen en las decisiones de dinero de una persona. Pero no sólo eso, sino que también orientan a la gente a manejar esas emociones a través del aprendizaje, el ahorro, gasto, inversión y donación de recursos y optimizarlos. Nos dicen que esto es importante para que a la hora de tomar una decisión se mantenga el equilibrio entre la razón y la emoción para poder gozar de experiencias placenteras y satisfactorias, y sin que se registre una desviación de los propósitos personales. Un test muy oportuno en tiempos en que el enojo y la frustración laboral están a la orden del día, nos comentan.

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