LONDRES.- El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), Mark Carney, dijo el martes que las autoridades de todo el mundo trabajan en una respuesta "apropiada y oportuna" al impacto económico del , que ha despertado temores a una nueva recesión.

Los ministros de Finanzas y bancos centrales del Grupo de las Siete economías más ricas del mundo sostuvieron una teleconferencia el martes y Carney dijo que actuarían por la meta común de proveer respaldo a la economía.

"Las líneas de comunicación a nivel global entre los bancos centrales están abiertas", dijo Carney el martes a los legisladores británicos. "Es razonable esperar una respuesta que refleje una combinación de medidas fiscales e iniciativas de bancos centrales", sostuvo.

"Confiamos en que a nivel colectivo estas medidas sean poderosas y oportunas", indicó.

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La propagación del coronavirus desde China al resto del mundo ha llevado a las autoridades económicas globales a discutir formas de contrarrestar el impacto en sus países, en medio de una turbulencia de los mercados que recuerda a los peores días de la crisis financiera del 2007 y 2008.

Este martes, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, subrayó que el banco central ha visto un "riesgo" para la economía en la expansión internacional del , por lo que ha "decidido actuar" para apoyar la economía estadounidense.

"Vimos un riesgo para el pronóstico de la economía y decidimos actuar", dijo Powell, en rueda de prensa, tras una reunión extraordinaria en la que la autoridad monetaria ha decidido rebajar los tipos de interés en 50 puntos básicos para sostener la actividad económica, hasta situarlos en un rango objetivo de entre el 1% y el 1.25%.

"Los riesgos para el pronóstico económico han cambiado materialmente", ha especificado el banquero central, aunque ha asegurado que las soluciones definitivas tendrán que venir de otros organismos, como las autoridades sanitarias o la política fiscal.

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Los ministros del del G-7 han expresado su disposición a tomar medidas, incluidas aquellas de carácter fiscal cuando sea apropiado, en apoyo de la economía como respuesta al coronavirus, mientras que los bancos centrales de estos países seguirán apoyando la estabilidad de precios y el crecimiento.

Los bancos centrales del G-7, incluyendo el Banco Central Europeo (BCE), la Fed, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón, continuarán cumpliendo sus mandatos, apoyando así la estabilidad de precios y el crecimiento económico mientras mantienen la capacidad de recuperación del sistema financiero.

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