En una nueva etapa para Cooperativa La Cruz Azul después de 30 años bajo la administración de Guillermo Billy Álvarez, que terminaron en un desfalco al grupo, los nuevos Consejos de Administración y Vigilancia implementaron un ajuste en las finanzas y operación de la compañía.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Víctor Manuel Velázquez Rangel, presidente del Consejo de Vigilancia, dijo que a partir del 6 de agosto, los consejos de Administración y Vigilancia tomaron la gestión de la cooperativa y desde entonces han hecho auditorías financieras y jurídicas para revisar el “antes y el ahora”.

En mayo, la Fiscalía General de la República (FGR) y autoridades fiscales detectaron el desvío de mil 200 millones de pesos de la cooperativa a servicios de consultoría con empresas fantasma.

Y el 30 de julio, la FGR ordenó la detención de Billy Álvarez, a quien se busca en 195 países.

Velázquez Rangel, también director comercial corporativo, detalló que han parado las erogaciones para pagarle a abogados, la facturación que se hacía con empresas factureras, por las que interpusieron denuncia.

Así como la revisión de algunos contratos para la compra de combustible, la optimización de equipos, compra de algunos insumos esenciales, eliminación de gastos con algunas aseguradoras para la rotura de maquinaria y, en general, en todas las plantas están bajando los gastos.

Con esta revisión operativa y financiera, este año la cooperativa espera obtener ganancias e incrementar 2% sus ventas respecto a 2019, con todo y pandemia.

“Toda la industria cementera se cayó 6% en promedio en ventas. De 40 millones de toneladas, al final se vendieron 37 millones 600 mil”, explicó.

Para Cooperativa La Cruz Azul, la expectativa para este año y el siguiente es buena por la reactivación que significa para la industria de la construcción obras como el Aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y otros proyectos que impulsarán la venta de cemento.

El mercado

Cooperativa La Cruz Azul salva ventas y finanzas
Cooperativa La Cruz Azul salva ventas y finanzas

“Afortunadamente, la perspectiva para las cementeras es muy favorable. Es un sector muy amigable y hemos tenido utilidades a pesar de la pésima administración que se tenía por parte de Guillermo Álvarez”, aseguró.

El producto más vendido por la cooperativa es el cemento en saco, el cual se comercializa a través de 900 distribuidores a escala nacional.

La cementera tiene cuatro plantas ubicadas en Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Aguascalientes, además de una concretera un hotel y el equipo de fútbol.

Las plantas tienen capacidad de producción de 11 millones de toneladas de cemento anuales.

Planta secuestrada

Velázquez Rangel destacó que la planta ubicada en Tula, Hidalgo está tomada por cinco familias afines a la administración de Billy Álvarez, quienes están comercializando el cemento por fuera de los canales institucionales.

“Se lo están robando. En dos meses han extraído más de 20 mil toneladas, lo sacan ilegalmente y lo venden como Cruz Azul, pero la planta está secuestrada.

“Es gente maleante, armada, que permite que vaya a parar al mercado a un precio inferior y dañan la economía de Cruz Azul”, acusó.

A Billy Álvarez también se le acusa de depositar los activos de las plantas de Lagunas, Oaxaca y Tula, Hidalgo, valuados en alrededor de 43 mil millones de pesos, en un fideicomiso, sin la autorización de los socios de la cooperativa.

Actualmente, la cooperativa está conformada por 715 socios, pero eran más de mil 500.

“Hemos hecho bastantes reuniones con cooperativistas para darles a conocer el resultado de las auditorías, tanto financieras como jurídicas. Hay frustración, enojo, tristeza y decepción.

“Se sienten engañados de que por tres décadas fueron vilmente timados. Tenemos que trabajar en varios aspectos en la organización, en la transparencia, para que haya rendición de cuentas en asambleas generales y democracia”, dijo Velázquez Rangel.

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