Grupo Bimbo, la panificadora más grande a escala mundial, inició con la producción de mil vehículos eléctricos anuales en su planta de Lerma, Estado de México, para el periodo 2020 a 2024, lo cual representará una inversión acumulada de más de 3 mil millones de pesos y una flotilla total de más de 4 mil 500 unidades sustentables.

De acuerdo con información obtenida por EL UNIVERSAL, la compañía mexicana tiene una línea de producción activa dentro de la subsidiaria Moldex, la cual también se encarga de fabricar moldes y exhibidores para los puntos de venta.

Desde 2012, este complejo inició con un proyecto piloto para fabricar los vehículos eléctricos.

Las unidades producidas por Bimbo estarán enfocadas a la distribución secundaria (en puntos de venta); son capaces de transportar una tonelada de carga y representan una disminución de gastos en gasolina y refacciones equivalente a reducir el costo de operación 10 a 12 veces comparado con una unidad de combustión interna.

“Son vehículos impulsados por el viento”, aseguró Jesús María Aguilar, director general de Moldex, quien explicó que las nuevas unidades de Bimbo se recargan con energía proveniente del Parque Eólica de Piedra Larga.

Además, las baterías de litio dentro de los vehículos, que tienen una vida de 10 años en promedio, después de acabar con su vida útil serán usadas para almacenar energía que abastece a paneles solares.

Aunque el plan no es cambiar de giro y convertirse en productor de autos eléctricos, la empresa recibe pedidos de otros corporativos que buscan atender necesidades de transporte eléctrico. Hasta ahora, su línea de producción tiene una capacidad instalada para 2 mil 500 unidades anuales.

Bimbo tiene una flotilla de 400 unidades eléctricas, en 2019 sumará 150, y en los siguientes cuatro años el proyecto contempla aumentar la flotilla casi 10 veces a través de la fabricación de la cuarta generación de este tipo de unidades.

La panificadora le llama a su propia unidad Vekstar. Se trata de un vehículo diseñado por completo por la empresa y para usarlo requiere una carga de seis a ocho horas. Los componentes provienen de proveedores mexicanos y extranjeros; sin embargo, el auto es ensamblado por completo en México.

“Estamos avanzando en la búsqueda de nuevas tecnologías en el uso de energía”, agregó Aguilar.

En el mercado circula por lo menos una docena de vehículos producidos por Bimbo y usados por otras empresas.

“No queremos ser una empresa que nos dediquemos a hacer vehículos eléctricos, pero sí queremos y vemos la necesidad de que haya vehículos eléctricos no sólo para Bimbo sino también para otras empresas que se puedan sumar”.

Las unidades producidas por Bimbo se encuentran en Guadalajara, Ciudad de México y León. Los compradores son desde firmas de mensajería hasta lavanderías industriales, pero hay hospitales y arrendadoras que ya están interesadas en realizar nuevos pedidos.

“El hecho que Bimbo esté migrando su flotilla a eléctrica es una decisión estratégica, la movilidad eléctrica viene y no hay alternativa”, abundó el directivo.

Destino

Javier González, director general adjunto de Grupo Bimbo, explicó que esta decisión de la empresa es el inicio de un cambio que tiene como destino el uso de vehículos eléctricos en toda su flotilla.

“Es una inversión muy relevante, tenemos que hacer la transformación de la infraestructura propia, tenemos que articular los centros de venta y toda una adaptación, es un cambio relevante”, destacó.

Aseguró que el movimiento estratégico destaca como una iniciativa novedosa en la industria panificadora a escala mundial, ya que ninguna otra firma del sector ha incursionado en estas acciones.

“Nuestro objetivo es la transformación, la siguiente avenida es tener un camión con características diferentes. En México las unidades de reparto son pequeñas, pero en Estados Unidos es un modelo diferente. Nuestro siguiente reto es el camión que tiene una escala un poco mayor de una tonelada 200 y a la fecha no hay disponibilidad de esas unidades en el mercado”.

Grupo Bimbo apoya a una compañía nacional que desarrolla este tipo de unidades.

Ingeniería mexicana

Arturo Martínez es ingeniero mecánico industrial, tiene 34 años, y estudió en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). En 2012, fue el encargado de realizar el primer prototipo y desarrollar el primer vehículo eléctrico para Bimbo.

“El prototipo lo vino a ver Daniel Servitje [presidente y director general de Bimbo] en enero de 2013 y a mediados de enero nos llegó por parte de ventas el primer pedido de 50 prototipos más”, relató.

Hoy, Arturo se encargará de supervisar la ingeniería de los vehículos eléctricos producidos por Bimbo, donde sus funciones incluyen mejorar las tecnologías a través de innovación, investigación y desarrollo de nuevos productos.

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