La cuarentena por el provocó un cambio en los hábitos de consumo de las personas, de manera que algunos productos se dejaron de consumir, mientras que aumentó el furor por adquirir otros.

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la (Anpec), y Vicente Gómez Cobo, dirigente de la Federación Mexicana de Lechería, explicaron que el aislamiento de los ciudadanos y el cierre de diversos negocios son factores que modificaron las preferencias.

Por ejemplo, los canales tradicionales de venta, como las tiendas de la esquina incrementaron sus ventas de bebidas con y sin alcohol, tal es el caso de la cerveza, agua embotellada, refrescos, energizantes y jugos, algo que tiene que ver con la época de calor y que algunas viviendas son tan pequeñas que es necesario refrescarse.

En segundo lugar se incrementó el consumo de embutidos, comida ligera y snacks, porque para las personas es más fácil preparar una torta, sándwich o hot dog cuando tienen hambre en cualquier momento del día.

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Otro de los productos que también se venden más es el atún, porque es una proteína que se usa para preparar de manera práctica cualquier platillo.

“Aún no sé por qué r hay un furor por el consumo constante de papel higiénico, es como si buscaran tener reservas”, señaló Rivera, a lo que se suman los detergentes, jabones y desinfectantes.

Las veladoras, indicó, son otros de los artículos que comenzaron a venderse más por cuestiones religiosas y por la gran incertidumbre que hay sobre cuánto tiempo va a durar esta situación, o ante el miedo a ser despedido.

Gómez Cobos afirmó que por la cuarentena del Covid-19 cambiaron los hábitos de consumo tanto de las familias como de los restaurantes, tiendas, mercados y en general del mercado de lácteos, lo que significa que la cadena dejó de operar con normalidad.

Lo que ocurre, explicó, es que los productores de quesos que vendían a queserías, mercados o tianguis registran una reducción en sus ventas, sobre todo de quesos y leche frescos, ya que ahora se vende más la opción ultrapasteurizada.

“El consumo de leche líquida que era parte de los desayunos escolares se encuentra pausada totalmente. Bajó el consumo de leche y lácteos por parte de restaurantes y locales comerciales chicos y se incrementó el de tipo ultrapasteurizada —en sus diferentes presentaciones— en supermercados. Hablamos de un aumento de alrededor de 30%”, expuso.

Además, mencionó, en ocasiones la alta demanda de ese tipo de leche provoca que haya desabasto en algunos supermercados, lo que no es problema de falta de producto, sino que se requiere mucha mayor distribución, lo que implicaría un cambio de la logística de entrega.

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