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A pesar de las presiones en el costo del combustible y la depreciación del peso, los ingresos de Aeroméxico aumentaron 19.1% en el segundo trimestre del año, respecto al mismo periodo del año anterior, al ubicarse en 17 mil 290 millones de pesos.

La utilidad de operación fue de 651 millones, con un margen operativo de 3.8%, lo que representa un incremento de 0.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2017.

Con ello, la aerolínea acumula 33 trimestres consecutivos con resultados de operación positivos.

El resultado en los ingresos se debió al incremento en los rubros de pasaje, carga e ingresos complementarios.

El total del ingreso pasaje por tarifa se ubicó en 14 mil 444 millones de pesos, un incremento de 18.3%.

El ingreso pasaje por tarifa en vuelos internacionales, que representó 57.5% del beneficio pasaje por tarifa total, contribuyó con 8 mil 309 millones de pesos. El ingreso por pasajeros en vuelos domésticos, que representó 42.5% restante, fue de 6 mil 135 millones de pesos.

Durante el segundo trimestre del año, los ingresos por carga representaron 7.2% del total.

Mientras que los ingresos complementarios se incrementaron 18.5%, ubicándose en mil 216 millones.

Durante este trimestre destacó que el ingreso por asiento disponible por kilómetro y las tarifas aumentaron 9% y 7.8%, respectivamente, en comparación con el mismo periodo de 2017, debido a la solidez de la red de destinos de la aerolínea y a la mejora continua de sus servicios.

Los gastos totales de operación en el segundo trimestre de 2018 sumaron 16 mil 639 millones de pesos, un alza de 18.3% con relación a lo registrado en el mismo periodo de 2017.

Lo anterior como resultado de mayores precios de combustible en pesos, la depreciación cambiaria y el incremento en capacidad.

Durante el trimestre, Aeroméxico registró un beneficio de 939 millones de pesos por la venta del portafolio de posiciones de coberturas de combustible correspondientes a 2018.

El gasto de fuerza de trabajo aumentó 15.8% respecto al segundo trimestre del 2017, derivado principalmente de la estrategia de optimización de la capacidad de la flota y del crecimiento en capacidad de 9.3%, así como, efectos macroeconómicos generados por una depreciación del peso mexicano de 4.6% y un crecimiento inflacionario de 4.65%.

Al cierre de este periodo, la aerolínea sumó tres nuevos aviones a su flota: un Boeing 787-9 Dreamliner,
un Boeing 737 MAX y un Embraer 190, con lo que acumula en su flotilla 133 aeronaves.

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