Más Información

Harfuch informa avances del caso "El Limones"; UIF congela cuentas y descarta vínculos con Pedro Haces o sindicatos

FGR obtiene vinculación a proceso contra César Duarte, exgobernador de Chihuahua; se le acusa de lavado de dinero

Jueza cancela audiencia del caso María Amparo Casar; FGR deberá continuar acusación ante juez del Reclusorio Norte

María Amparo Casar y la presunta pensión ilícita de Pemex por la que la FGR la investiga; esto es lo que se sabe del caso
Tengo una confesión horrible. Cada vez que veo en Facebook que están buscando a una mujer desaparecida, denunciando un feminicidio o reportando algún acto de violencia machista, antes de indignarme y/o de preocuparme y/o asquearme y/o compartir y/o de plaquejarme, lo primero que hago —sin quererlo, sin pensarlo— es intentar encontrar alguna diferencia entre la víctima y yo: ah, pero fue en el Estado de México y yo casi no voy para allá; ah, pero fue en la delegación Benito Juárez y yo no vivo ahí; ah, fue en la delegación Cuauhtémoc pero seguro de noche y en una colonia en la que difícilmente estoy a "deshoras"; ah, pero ella es significativamente menor/mayor que yo; ah, pero es que dice que iba vestida de blanco y yo siempre me visto de negro; ah, pero ahí dice que iba saliendo de un antro de salsa y yo ni sé bailar. Etcétera.
Estoy tan babas que lo mismo me pasó con el lamentable caso de Ana Gabriela Guevara: ah, pero yo no ando en moto ni me meto a carreteras mexiquenses ni soy ex atleta olímpica ni soy senadora ni tengo el pelo lacio, OBVIAMENTE ESTOY SALVADA FIUUUUUUUF.
Es una estupidez lo que hace mi cabeza. Me imagino que es un mecanismo de defensa para no paralizarme de miedo y ser incapaz de seguir con mi vida, porque luego, ya fríamente, me recuerdo: no, Plaqueta, no seas pendeja, no eres especial. Sí, tienes un chiiiiingo de ventajas que hacen tu vida cotidiana menos riesgosa, pero tampoco tienes guaruras ni vives en un búnker antimaloras ni sabes karate-ni-cocinas-con-salsa-de-tomate ni tienes familia influyente ni eres hombre como para que te dejen en paz.
Y ese es el principio del victim blaming: porque ese "ay, pero yo no..." está emparentado con el "pero quién las manda a...". Uno: que tú no seas tan vulnerable no elimina el problema. Y dos: que tú no estés tan expuesto no quiere decir que no te vaya a tocar. Cuando le das un zape a tu cerebro y dejas de "otrorizar", es más fácil ser empático, dejar de hacerte pendeje para que la situación sea menos culera, en lugar de refugiarte en la comodidad de tu situación privilegiada y hacer como que nada pasa.
Los dejo con esta bonita reflexión antes de las fiestas decembrinas.
***
También traigo un pilón que no tiene absolutamente nada que ver (o sí, un poquito). El otro día, en un post de Facebook que denunciaba los casos de niñas víctimas de violación a quienes se les niega el derecho a abortar en caso de quedar embarazadas, me topé con esta joya de comentario:

¿¿¿EEEEEEEH???
Así es. Allá afuera de nuestras burbujas progres hay gente que cree en una conspiración abortista para hacer cremas antiarrugas milagrosas.
Qué fácil es estar en contra del aborto cuando no eres menor de edad, cuando no te violaron, cuando no estás en una relación abusiva, cuando tuviste acceso a la información, cuando tienes un dinerillo para mantener a los hijos “que dios te manda”.
Y cuando tienes buen cutis, obviamente. OH NO DESCUBRIERON EL SECRETO DE LA ETERNA JUVENTUD DE TODAS LAS FEMINAZIS: EMBARRARSE BEBÉS MUERTOS EN LA CARA MUAHAHAHAHAHAHHAJAJA.
>:(
Noticias según tus intereses
[Publicidad]
[Publicidad]









