Una proteína en polvo te puede ayudar a dar al músculo los aminoácidos que necesita para recuperarse y reconstruirse después de una sesión intensa de ejercicio. No es la magia que te hará estar fuerte, voluminoso y marcado con nada más tomarla. Eso es publicidad (engañosa). De hecho, lo único que hacen estos productos es dar al músculo lo que necesita para crecer, pero sin duda, la clave está en el estímulo, conocido comúnmente como entrenamiento o ejercicio de fuerza.

Es importante decir que la única persona verdaderamente capacitada para recomendarte y dosificar una proteína en polvo es un nutriólogo (a) especializado en deporte. Ningún entrenador, vecino, amigo del gym, vendedor ni revista comercial puede decirte con precisión cuál prote necesitas o cómo tomarla. Duda mucho más si, además, te la quiere vender.

En fin. Si ya decidiste que sí quieres y necesitas un suplemento, hay ciertas pautas que debes considerar para elegir la mejor.

Lo primero es saber qué tipo de proteína necesitas. Hay muchas y muy diferentes. Es decir, decidir si quieres que sea de soya, suero de leche, vegana, de carne, caseína, combinaciones, en fin. La clave para decidirlo es conocer cuál es tu estilo de vida y tu necesidad específica.

Las proteínas tienen “velocidades” de dispersión y calidades (de acuerdo al perfil de aminoácidos que contienen). Para decidir hay que saber para qué la vas a tomar.

Por lo general las de suero de leche y soya son las más usadas. Esto tiene que ver con que los aminoácidos que aportan son muy completos y su velocidad de absorción rápida. Sirven muy bien para quienes quieren hacer más masa muscular o cuidar la que ya tienen. Se toman antes y/o después del ejercicio. Las de carne, vegetarianas, mezclas, etc. sirven también pero probablemente se absorban menos o más despacio.

Es importante mencionar que no siempre es malo que se absorban lento. Por ejemplo, alguien que entrena en la noche puede tomar caseína y eso hará que durante la noche su músculo se recupere.

Una vez que has decidido cuál fuente de proteína tomarás, hay que saber si debe o no contener carbohidratos. Las más populares no contienen y esto obedece más a una moda que a una realidad. Para ser justos, si bien los aminoácidos de la proteína son el ladrillo del cuerpo, los albañiles que van y la ponen, son los carbohidratos. Por eso, entonces, es necesario consumir proteína acompañada de carbos. Lo que muchas veces se hace es comer esos carbos aparte. Es decir, una proteína en polvo con agua y una barrita de cereal. Esto es lo mismo que comer una prote con carbos. De hecho, no hay que tenerles miedo, son fuente de energía para poder vivir, hacer ejercicio y construir el cuerpo que quieres.

Así pues, dos últimas recomendaciones: la primera es que, compres el producto que compres lo hagas en una tienda segura. No cometas el error de querer ahorrarte unos pesos y arriesgar tu salud. Los productos que venden en bazares, mercados, gimnasios, etc. no son seguros. La otra es que, en el caso de las proteínas, más no es mejor. No te excedas en la cantidad. No es necesario que consumas más de dos porciones (scoops) al día. De hecho, es mejor tomar porciones más pequeñas varias veces al día en lugar de una porción grande.

Dicho esto… ve por una prote, tómala cuando debes, entrena fuerte y sé feliz. T

Ah, las de chocolate son las mejores.

 

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