Las personas en el poder se saltan las leyes impunemente, se minan las principales instituciones sociales, y todo en una cantidad tal imposible de procesar, que al final se normalizan estas conductas.
El crecimiento exponencial del crimen organizado bajo el gobierno de López Obrador le ha pasado factura a su sucesora.
El despertar de los sinaloenses es esperanzador. La movilización social es clave para destituir a los malos funcionarios y recuperar las instituciones.
Más allá de la normalización social, lo más grave es cómo el crimen organizado ha tomado control de nuestra democracia.
México puede liderar una coalición de países latinoamericanos para abordar de manera conjunta las amenazas de Trump, presionando por una reforma migratoria integral a nivel regional.
Este año se dieron los cambios más profundos a la Carta Magna desde 1917: se terminó con un régimen donde el poder tenía contrapesos y podía ser controlado. En pocas palabras: la fundación de una autocracia.
Para evitar una confrontación con el expresidente y sus huestes, ni la Presidenta ni quienes tomaron la palabra en el evento reconocieron el daño brutal impuesto a los mexicanos por la estrategia “Abrazos, no balazos”.
La administración de Sheinbaum, al enfrentar abiertamente el reto del fentanilo, puede posicionarse al frente de la lucha contra un problema que está afectando a muchos países.
Morena está por pagar su karma: Trump culpará a México de todos sus males, de la misma forma que Morena culpa a los gobiernos anteriores y a sus opositores de todos los problemas del país.