
La reforma judicial que se ha planteado es mala para el país y acabará siendo también mala para el siguiente gobierno al afectar la inversión nacional y extranjera, a causa de la incertidumbre legal que se va a generar.

La reforma judicial que se ha planteado es mala para el país y acabará siendo también mala para el siguiente gobierno al afectar la inversión nacional y extranjera, a causa de la incertidumbre legal que se va a generar.









Lo que alguna vez prometió ser un cambio radical para el bienestar del país, ahora se ha convertido en una narrativa de dolor y sufrimiento para millones de mexicanos.