El Error de Diciembre de 1994 dio la pauta a para afianzar una opción de entrada al comprador en México interesado en una alternativa europea a la que en ese entonces fuese la única oferta de ese continente en nuestro mercado: Volkswagen .

En ese periodo la lista de marcas legales en México aún estaba limitada a cinco: GM , Ford , Nissan , VW y Chrysler . No estaba disponible la opción Renault , que había quebrado ocho años antes por una crisis previa, mientras AMX ya no operaba. Marcas asiáticas como Toyota , Honda , Suzuki , Mitsubishi o Mazda tenían presencia en el mercado mexicano únicamente con autos importados por particulares o internados ilegalmente, y opciones como Seat o Peugeot no habían llegado aún.

Por qué amamos al Chevy
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En este escenario de crisis se desataría una búsqueda por la supervivencia, pues se podría prever que el consumidor se inclinaría abiertamente por la opción más económica que pudiera conseguir. Las variables macroeconómicas marcaban un sobrecalentamiento de la economía nacional, recrudecido por sucesos como el asesinado del candidato presidencial.

En este escenario precautorio, y con el VW sedán como objetivo, GM México sabía que necesitaba reforzar su gama para ofrecer un producto más alcanzable que el . El modelo asiático más buscado en ese momento estaba en el Tsuru , y la opción europea era Volkswagen , quienes en esa coyuntura ofrecía Beetle sedán, seguido por el Golf III , modelo tan demandado que su precio se elevaba.

Las opciones económicas, cuya demanda crecería marcadamente, eran magras. El competidor tradicional de GM , Ford , ofrecía para ese año modelo el Escort y por su parte, Chrysler Group tenía la opción del entonces novedoso Dodge Neon , pero siendo ambos vehículos a tres volúmenes y situados en un segmento por encima del objetivo a alcanzar: el económico vochito. GM busca una disrupción con algo que compitiera a la par del popular Tsuru y el tradicional Escarabajo . Para ello busca una solución práctica: en lugar de diseñar de cero un competidor para esa leyenda de costo reducido, decidieron echar mano de un producto proveniente de su filial europea, Opel.

Ese más que centenario fabricante alemán forma parte de las operaciones de General Motors no basadas en los Estados Unidos, junto con Holden y Vauxhall. Fundada como fabricante de máquinas de coser en 1862, Opel no comenzó a ofrecer autos hasta 1899. GM aprovechó la Gran Depresión de 1929 para hacerse de esta unidad de negocio. Con una orientación alemana a lo práctico, la gama Opel tenía experiencia necesaria en el negocio para ofrecer economía, confiabilidad y precio bajo con el Corsa segunda generación, rebautizado para nuestro mercado como Chevy .

Su posicionamiento como alternativa al vochito y modelo de entrada Chevrolet le permitieron el acceso a consumidores que deseaban mudarse a la marca del Eurosport, Camaro y Corvette pero su presupuesto aún no les permitía esos escalones. Aunque el primer año se importaría desde la planta de Zaragoza en España, rápidamente GM abre operación de armado nacional en Coahuila de Zaragoza, permitiendo mantener un precio alcanzable.

Por qué amamos al Chevy
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Este hatchback diseñado por Richard Shaw sería conocido en su versión 3 puertas como Joy y la 5 puertas como Swing. La presentación de esta segunda generación, justo un año antes de llegar al mercado mexicano, fue engalanada por supermodelos como Linda Evangelista, Naomi Campbell y Kate Moss.

Por qué amamos al Chevy
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En un inicio el motor 1.4 litros con 60 caballos bastaba para mover en ciudad la compacta unidad, mismo que posteriormente se actualizaría hasta 1.6 litros de 100 caballos y 102 libras pie.

Para no perder impulso comercial el Chevy evolucionaría en 2004 con la actualización de aspecto denominada C2, cuyo rasgo más notable estaba en la renovación de la parrilla.

Por qué amamos al Chevy
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En la gama de la marca estaría acompañado por lo que en mercados europeos constituía la nueva generación de Corsa , manteniendo ese nombre.

Una actualización más denominada C3 como año modelo 2009 tomaría rasgos utilizados en el resto de la gama Chevrolet , en particular haciendo alusión a elementos de diseño del Malibu como la parrilla dividida con barra horizontal. Coexiste con modelos como Matiz y Spark, finalmente saliendo del mercado en 2012 pero manteniéndose en las calles por su durabilidad, disponibilidad de refacciones y preferencia del usuario.

Por qué amamos al Chevy
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El Chevy abrió la puerta al hatchback económico de manejo europeo en nuestro País, brindando a los usuarios una opción práctica para conducción citadina, dando pauta a que otros competidores consideraran traer al mercado nacional opciones de este segmento, y llevando al retiro al legendario líder del segmento, el vochito, pues hatchbacks como Citation, Chevette, Y el consecutivo de la propia marca Brasilia-Caribe-Golf no habían sido verdaderamente opciones que dieran batalla al segmento cubierto por el VW Sedán.

Clubes de este querido modelo existen en muchas ciudades de México, donde sus miembros adeptos a las modificaciones se reúnen a lucir su creación, e intercambian tips y partes para dar el toque personal a sus unidades.

No todo en Chevy son recuerdos, pues la sexta generación de Corsa actualmente está en desarrollo, además de que se planea la opción a motorización eléctrica. Compartirá componentes con Peugeot 2008 y supuestamente en este mismo 2019 ya estaría lanzándose. El escenario comercial al que llegará es otro, pero a quienes buscan una alternativa práctica y compacta seguramente les dará gusto hallarlo disponible cuando esté nuevamente en piso de venta.

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