¿Cómo es la situación actual de la economía china? ¿Hacia dónde se desarrollará el próximo año? ¿Qué oportunidades y retos enfrentará?

A fines de este año, China organizó la Conferencia Central de Trabajo Económico. En ella se revisó el trabajo económico de 2018, se analizó la situación económica actual y se planificó el trabajo económico para 2019, trazando el camino para un mejor desarrollo de la economía china. Y también respondió a las preguntas mencionadas.

Avanzar con estabilidad sigue siendo el tono general de la economía china. En 2018, se ralentizaba la recuperación económica global, ensombrecida por la antiglobalización y el proteccionismo. No obstante, la economía china tuvo un desempeño llamativo. En los primeros tres trimestres, el PIB logró un crecimiento estable de 6.7%, el sector de servicios y el consumo contribuyó con un 60.8% y 78% al crecimiento económico, respectivamente. De enero a noviembre, se crearon 12.93 millones de puestos de trabajo nuevos, cumpliendo con antelación la meta anual. La inversión privada registró un incremento acelerado de 8% y la manufactura empezó con una tendencia al alza desde abril. La reserva de divisas superó los 3 billones de yuanes. Por lo que, China completó en lo general los objetivos de regulación macroeconómica, mantuvo el sano desarrollo económico y la estabilidad social, y dio nuevos pasos hacia la meta de construir una sociedad modestamente acomodada.

Profundizar en la reforma y apertura consiste en la meta principal del desarrollo económico de China. En 2019, China debe optimizar y modernizar su estructura económica, reforzar la capacidad de innovación tecnológica, profundizar en la reforma y apertura, acelerar el desarrollo ecológico y marchar hacia un desarrollo de alta calidad.

China continuará la reforma estructural por el lado de la oferta. Hay que consolidar los ajustes estructurales anteriores, con esfuerzos continuos para reducir el tamaño de las industrias saturadas; establecer reglas de mercado justas, abiertas y transparentes y un entorno comercial basado en la ley; fomentar y desarrollar nuevos grupos industriales; acelerar la construcción de un moderno sistema de mercado unificado, abierto, competitivo y ordenado.

China se enfocará en tres duras batallas. China combatirá grandes riesgos adhiriéndose al desapalancamiento estructural y manejando adecuadamente los riesgos de la deuda del gobierno local. China combatirá la pobreza, dando más apoyo a las áreas en pobreza extrema y grupos especiales, y evitando que vuelvan a esta condición. China combatirá la contaminación, haciendo mayores esfuerzos y aportes para el control de la polución.

China afrontará siete tareas prioritarias: convertir al país en un manufacturero de alta calidad; liberar el potencial de consumo para expandir el mercado interno; llevar a cabo la estrategia de revitalización rural, impulsando la agricultura moderna; promover el desarrollo coordinado entre regiones con complementariedad de ventajas y estímulos recíprocos; acelerar la reforma institucional de la economía para desarrollar una economía moderna; adelantar una reforma integral y edificar una comunidad de destino para la humanidad; mejorar el bienestar del pueblo y garantizar sus derechos.

Garantizar el trabajo económico sano es especialmente importante para 2019, año en el que se celebrará el 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, y es clave para construir una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos. Desde el nuevo punto de partida con el 40 aniversario de la reforma y apertura, China mantendrá firmeza estratégica y confianza para desarrollar su economía, a fin de asentar las bases para lograr la construcción de una sociedad modestamente acomodada y hacer nuevas contribuciones al desarrollo de la economía mundial.

Embajador chino en México

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