El 13 de marzo, a través de las redes sociales, la ciudadanía convocó a no utilizar el auto todos los viernes, con la finalidad de mejorar la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), particularmente de la Ciudad de México.

El 10 de abril pasado, cuando se anunció la Fase 1 de contingencia ambiental en la ZMVM, miembros de la sociedad civil se unieron a la iniciativa de viernes sin coche, que implica que ese día nos traslademos a la escuela o a nuestros trabajos en algún medio de transporte alternativo como una acción más que contribuya a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

A partir del domingo 12 de mayo, fecha en la que se registra el tercer aire más contaminado a nivel mundial en la Ciudad de México, con una calidad de aire que puede afectar a los habitantes de la Ciudad de México, predominando las partículas suspendidas de PM 2.5, en extremo dañinas para la salud; persistió la idea de demandar a las autoridades del Valle de México, medidas inmediatas para disminuir los riesgos en la salud de la población.

La tardía respuesta de las autoridades, con la auto reconocida incapacidad para responder ante este tipo de situaciones por la falta de un Plan de Contingencias Ambientales, generó en la sociedad civil una mayor molestia, pero también ha despertado el interés por contribuir a la solución del problema.

Y es que el problema, con sus consecuencias a la salud humana, no es menor: La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud, pues de acuerdo con datos de la Organización Mundial para la Salud (OMS), se estima que la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo, provocan la muerte prematura de 4,2 millones de personas, por exposición a partículas pequeñas de PM 2.5, como las que respiramos en esos días, causantes de enfermedades respiratorias y cardiovasculares..

Cabe entonces preguntar: ¿Qué podemos hacer? Resulta claro que las autoridades de la ZMVM están obligadas a implementar todas aquellas acciones que sirvan para proteger nuestra salud, mantener un medio ambiente sano y un aire más limpio.

No obstante, los ciudadanos debemos hacer nuestra tarea. Organizaciones de la sociedad civil ya tomaron la iniciativa y todos tenemos que contribuir a la solución del problema, en la medida de nuestras posibilidades, pero con una actitud de corresponsabilidad.

El problema es de todos y la solución debe ser de todos, también. Por eso, he respaldado la iniciativa #ViernesSinCoche, promoviendo esta iniciativa ciudadana y, dentro de la Cámara de Diputados, presentando punto de acuerdo para exhortar a las autoridades de la Ciudad de México, para que, #ViernesSinCoche, sea promovida de forma institucional como alternativa para realizar trayectos hacia la escuela o el trabajo, a través de medios alternativos, dando prioridad al transporte público de pasajeros, el uso de la bicicleta y la promoción de incentivos para quienes contribuyan no usando su vehículo, como descuentos en el pago de la tenencia o descuentos y promociones de empresas a sus empleados, entre otros.

Reitero, el problema lo padecemos todos, la solución es responsabilidad de todos.

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