E Tremendo debate se ha desatado después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador enviara un memorando para dejar sin efectos la reforma educativa de 2013, bajo el argumento de que busca justicia aunque se trate de pasar por encima de una ley. Sin buscar politizar el asunto, es muy difícil opinar respecto; es complicado pensar en la justicia por encima de la ley, y entonces puede venir la confusión, la incertidumbre sobre algunas decisiones y acciones a futuro.

¿Cómo saber qué es lo correcto? Por supuesto que el pueblo busca justicia en los casos en los que se siente agraviado… pero y entonces para qué están las leyes. Entiendo que muchos desconfían del sistema, reclaman que no hace su trabajo de la manera correcta y que incluso, en algunas ocasiones, acomodan las leyes a conveniencia, lo que ha dejado libres a delincuentes que le han hecho daño al país. Lo ideal sería encontrar justicia a partir de las leyes, aunque eso parece más una utopía. El Presidente quiere hacer muchas cosas en beneficio del país, de los diferentes sectores de la población, se le ve la intención de apoyar a los más desprotegidos y a la gente que históricamente ha sido la más pobre de este país. Busca justicia, en el caso mencionado, con el magisterio.

Pero con estas decisiones se queda uno sin saber qué pasará, qué es lo correcto… luego vendrá todo lo político, la lucha de poderes y la división. Por eso es que la forma en que trabaja el gabinete de López Obrador requiere una mejor organización para no confundir tanto al pueblo o darle certeza respecto a algunas de sus decisiones. Ojalá que lo que ha hecho el presidente se entienda de la mejor manera posible y no de paso a pensar en que se puede tener justicia de cualquier manera, incluso por encima de la ley. Me explico: El hartazgo del pueblo por los robos, asesinatos, secuestros, violaciones, etc., ha originado que ante estos hechos y tras detener a los presuntos culpables, se presenten linchamientos, en los que en algunos casos, la gente ha matado a estos personajes sintiendo que es la mejor forma de hacer justicia.

Este puede ser un ejemplo burdo, pero que ya es muy cotidiano en la vida nacional. La gente harta hace justicia por su propia mano, pero cruza la delgada línea entre defenderse y cometer otro delito. Es un tema complicado debido al momento que vive el país. Ojalá que las autoridades hicieran su trabajo como deben, para evitar que cada persona o grupo busque la justicia por su cuenta. Y en otros casos, como el del magisterio, que no se politice por el simple hecho de ir en contra de quien estuvo en el poder o de quien está ahora. Más que nunca, México necesita a su pueblo y a sus dirigentes unidos.

Profesor

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