Pésimo regalo de navidad de la Federación Mexicana de Natación y de su presidente para todos los nadadores que se rehusaron a seguir enfermando en la alberca de Guadalajara, en la que se realizó el Campeonato Nacional de Curso Corto.

Fueron 600 atletas los que dejaron de participar y está comprobado, aunque lo más triste es que cerca de 400 recibirán un duro castigo por anunciar que se retirarían de la competencia, mientras que quienes simplemente lo hicieron no serán tocados. La realidad es que ninguno debería ser sancionado porque lo más importante es la salud de los cientos de participantes.

Me parece ridículo que el presidente argumente que por una cuestión política se retiraron, cuando para participar sus familias hacen un gasto importante. Está claro que el presidente de la Federación no tenía ni idea de cómo estaba el agua, aún cuando clavadistas olímpicos denunciaron ciertas irregularidades en distintas instalaciones.

Es inadmisible pensar que el CODE avalara un evento cuando se acercaba el cambio de estafeta, la salida de André Marx Miranda y la llegada de Fernando Ortega, quien, al final, ha asumido la responsabilidad de lo sucedido cuando es el menos culpable.

Lo cierto es que hacer eventos en Guadalajara ha sido redituable para el presidente de la Federación, que no sale de esa sede porque no tiene que pagar, como en otros lugares que le exigen cubrir el costo de lo que implica la organización de un evento, o que le permiten la concesión en la venta de artículos, sin olvidar que la oficina de visitantes de Guadalajara, cada que hacen un evento en esta ciudad, le ofrece un beneficio, en esta ocasión fue medio millón de pesos para el Nacional, algo que el mismo directivo anunció en el pasado Congreso, que también tuvo su sede en la capital de Jalisco.

Y no es una cuestión política la búsqueda de su destitución, es el sentimiento de muchos de los integrantes de la familia de la natación en nuestro país, solamente hay que ver la encuesta que alguien lanzó en la página chance.org, en la que cerca de 5 mil personas ya no lo quieren en el puesto. En verdad que está de pensarse.

En fin, los grandes perdedores de todo esto son los nadadores, quienes no pudieron competir. Cientos de ellos fueron afectados en su salud y ahora los quieren castigar de manera incomprensible... Vaya regalo de navidad.


Profesor

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