Como cada viernes, Minerva esquiva hábilmente autos en el Periférico, en medio de la histeria y el caos de una megalópolis como la Ciudad de México. Ataviada con todo el estilo de una diseñadora de modas, incluidos los tacones de ocho centímetros que estilizan su figura de por sí esbelta, esta joven mexicana atraviesa cada viernes la Ciudad para llegar a su lugar de trabajo, la esquina que forman las calles Michoacán y Cuernavaca, en la colonia Condesa, donde literalmente estaciona su negocio.

Minerva Téllez tiene 26 años y hace dos se convirtió en una fashionista sobre ruedas, tras estudiar primero Diseño y Publicidad en Moda en México, y luego hacer una especialidad en Barcelona en diseño de calzado y accesorios. Fue justo allá, mientras viajaba por una carretera en Alemania, que encontró la inspiración para lo que hoy la ha vuelto una pionera en México: los fashion trucks.

Sí, ella es como un caracol, pero en lugar de cargar con su casa, rueda por toda la Ciudad con su tienda móvil, donde las personas encuentran marcas selectas de ropa y accesorios creados por diseñadores mexicanos y latinoamericanos. Esta tienda móvil se llama Trends On Wheels, que en español significa “tendencias sobre ruedas”, y se suma justamente a la tendencia de acercar nuevas formas de consumo a la gente.

Quizá la mayoría de las personas esté más familiarizada con los negocios móviles de comida, los famosos food trucks. Sin embargo, en Europa los negocios móviles se han diversificado ampliamente: se pueden encontrar lo mismo restaurantes, tiendas de ropa y calzado, estéticas caninas y hasta bares sobre ruedas. Curiosamente lo que Mireya vio en aquella carretera mientras viajaba por Alemania era un bar que, si bien es cierto que la sorprendió al pasar, también le hizo pensar en todas las posibilidades que tenía la caja de un camión para convertirse en un negocio móvil.

Proyecto a toda velocidad

Cuando era niña, Minerva siempre andaba entre telas, tijeras, hilos y agujas. Le encantaba hacer vestidos para sus muñecas y las de sus amigas. Sabía desde pequeña que lo suyo sería el diseño de modas.

Sin embargo, al volver de Barcelona decidió primero enfocarse en crear un negocio propio, puesto que no es fácil conseguir trabajo en el mundo del diseño de modas. Eligió primero crear la infraestructura para apoyar a otros diseñadores que, como ella, quieren hacer cosas diferentes y demostrar que el diseño mexicano puede ser competitivo y de alta calidad.

Así nació la idea de crear una tienda de diseño mexicano donde, por supuesto, ella misma pudiera vender sus creaciones. Pero no todo es tan sencillo. Si quería rentar un local en una zona adecuada para este negocio la inversión era muy fuerte. Por eso decidió apostar por una idea que al principio a todo mundo le parecía descabellada: una tienda dentro de un camión.

Por fortuna, su padre siempre la ha apoyado y entre los dos comenzaron a buscar el vehículo adecuado para el sueño de Minerva. Aquello fue otro reto, pues las personas que se dedican a adaptar camiones para negocios no querían hacer una tienda de moda. No tenían idea de cómo diseñarla, pues lo suyo son las adaptaciones para negocios de comida o estéticas caninas, que últimamente han tenido mucho auge. Pero nadie quería crear la tienda de Minerva.

Ella no se rindió y finalmente, siendo diseñadora, lo primero que trazó fue el concepto del interior de su propia tienda.

Cuando uno ingresa a la caja del camión que es Trends on Wheels, se percibe un ambiente femenino, un tono rosado sutil en el interior, focos con forma de maison jars acomodados como si fuera un camerino de estrella de cine, un espejo donde la gente puede admirar cómo le lucen las piezas, y pequeños espacios para exhibir productos de distintas marcas de ropa, calzado y accesorios. El espacio es pequeño, pero no incómodo. Los clientes pueden mirar cómodamente la ropa exhibida en racks, probársela, mirarse en el espejo y elegir lo que les gusta.

El camión es mediano, y desde el principio Minerva quiso manejarlo ella misma. Lo primero que le dijo su padre cuando encontraron uno que se ajustaba a su presupuesto y necesidades fue: “Manéjalo, y si puedes lo compramos”.

Por supuesto que eso no fue un regalo, sino un préstamo que ahora, dos años después, Minerva casi ha terminado de pagar a su padre. Por esa razón, ahora mismo Minerva no tiene muy claro cuánto ha ganado, pues todo el dinero lo ha empleado para resurtir la tienda, pagar la gasolina y, por supuesto, la deuda a su padre, además de tener un sueldo muy limitado que calcula aproximadamente en 10 mil pesos al mes.

Pero Minerva sabe que esto apenas empieza y que es importante que ella pueda estar libre de deudas para comenzar a crecer el negocio ahora que está más posicionado e incluso tiene clientes frecuentes y cautivos en las zonas de la Ciudad que visita en la semana. Porque aunque yo la he contactado un viernes en la colonia Condesa, también estaciona su tienda móvil en la colonia Nápoles, donde la gente que trabaja cerca del World Trade Center le compra bastante; y en Coapa, cerca de su casa.

El camino no ha sido sencillo, Minerva reconoce que uno de los primeros retos ha sido obtener los permisos, pues no en todas las delegaciones es fácil ni barato, pero es fundamental tener todo en regla para trabajar tranquila.

Otro de los retos fue lograr la confianza y credibilidad de los diseñadores, puesto que al no tener Minerva un capital fuerte para invertir en mercancía, su modelo de negocio implica rentar los espacios de exhibición a las marcas y así compartir el riesgo con los creadores de ropa y accesorios. Por fortuna, actualmente hay incluso lista de espera para ir posicionado nuevas marcas de diseño mexicano y latinoamericano.

En un futuro cercano Minerva quisiera que Trends on Wheels se convirtiera en una franquicia para impulsar y dar a conocer el trabajo de los diseñadores nacionales, pues considera que hay mucho talento en México, pero es una industria muy castigada donde hay cifras altas de desempleo, pues los consumidores desconocen el trabajo que hay detrás de cada pieza y su atención es acaparada por el fast fashion, es decir, piezas de mala calidad y alto impacto ambiental y social que son vendidas en grandes cadenas comerciales, en su mayoría extranjeras.

Por supuesto que esta chica mexicana no olvida que su sueño es diseñar y por eso trabaja en su propia colección, que llevará el nombre del negocio que la hace sonreír cada día.

Tendencia rodante

Los negocios sobre ruedas son lo de hoy, aunque no son algo nuevo. Los food trucks nacieron en Estados Unidos hace más de un siglo, con oferta de comida a vaqueros que trabajaban en lugares alejados de los pueblos.

Actualmente la innovación está en que ante el embate del e-commerce, los diseñadores y vendedores del mundo de la moda decidieron apostar por los fashion trucks, y uno de los primeros fue Nomad, marca creada por Jessie Goldenberg, que se instaló en la Quinta Avenida de Nueva York. Actualmente ella tiene más de 500 camiones a lo largo de 50 estados. En Latinoamérica, además de Minerva, con Trends on Wheels, está India Style, en Argentina.

Los fashion trucks comenzaron a ganar terreno en el gusto de los millennials, sobre todo en calles de Nueva York, Los Ángeles o New Jersey.

Lo que Mireya busca con Trends on Wheels es que esta tendencia también sea una opción para las piezas de diseño, apostando a un mercado más alto y con mayor poder adquisitivo.

La primera ventaja de este modelo de negocio, que gana adeptos en el mundo de la moda, es que acercar la tienda al consumidor facilita la compra, y así, ante la inminente muerte del retail tradicional, se puede tener una experiencia de compra off line pero diferente, porque lo que hoy se busca no sólo es acumular objetos, sino también experiencias.

Justamente para enriquecer la experiencia Mireya asesora a sus clientes en imagen, e incluso en compras mayores lleva moda personalizada hasta las puertas de sus casas.

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