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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó el Índice de Desarrollo Humano de la Organización de las Naciones Unidas 2016 (HDI, por sus siglas en inglés), en el que ubicó a México en el lugar 77 de 188 naciones y señaló que, pese al avance de desarrollo en el mundo, aún hay contextos de bajo crecimiento.

El estudio, que mide esperanza de vida, educación e ingreso per cápita, detalla que en una escala de 0 a 1 el Índice de Desarrollo Humano en México es de 0.762, lo que coloca al país en la categoría de “Alto desarrollo humano”; sin embargo, respecto al año pasado descendió tres lugares, debido a que en 2015 se colocó en la casilla 74.

El informe anual señala que, a pesar de que el IDH del país es de 0.762, si se descontara el índice de desigualdad se tendría una cifra de 0.587, lo que bajaría a México hasta la posición 89, una pérdida de 12 lugares.

En el tema de desigualdad, México se posicionó a nivel mundial en el lugar número 77, lo que representó un descenso de 12 puestos.

Comparado con otras naciones de la región, México aparece muy por debajo de países como Chile, que se ubica en la posición 38, o Argentina, que alcanzó el lugar 45.

Estos son los únicos países de América Latina que están dentro de la categoría de “Desarrollo humano muy alto”.

Otras naciones de esta región se colocaron mejor que México. Por ejemplo, Uruguay alcanzó la posición 54, en tanto que Panamá ocupó la 60, Cuba se ubicó en el lugar 68 y Venezuela se posicionó seis lugares arriba de México.

Noruega es el que encabeza este ranking global, puesto que tiene, según el organismo, los mejores niveles de vida.

Al hacer un comparativo de los años 2010 a 2015 en este ranking, el PNUD informó que México ha tenido un descenso de menos cinco.

En el capítulo de México, el PNUD señaló que, según sus estadísticas, en 25 años el HDI en el país aumentó del 0.648 al 0.762, un alza de 17.5%, debido a que en 1990 la esperanza de vida en el país era de 70.8 años, mientras que actualmente es de 77 años, un alza de 6.2 años.

En el rubro de escolaridad el país tuvo un incremento de 2.7, debido a que a inicios de la década de los 90 México tenía un promedio de 10.6 años, cifra que en 2015 subió a 13.3 años.

En el tema económico, según el organismo mundial, nuestro país aumentó 34.9% entre 1990 y 2015 en el índice de la Renta Nacional Bruta (RNB).

En el concerniente a equidad de género, la ONU ubica a México en el lugar 73 de 159 naciones, debido a que 40.6% de los escaños parlamentarios son ocupados por mujeres y 56.1% de ellas tienen certificado de secundaria, en comparación con 59% de los hombres.

Por cada 100 mil nacimien- tos 38 mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo, y por cada mil alumbramientos 62.8% fueron de madres adolescentes.

En la participación femenina en el mercado de trabajo, ésta se encuentra en 45.4%, contra 79.5% de los hombres.

Progreso lento y desigual en AL. La ONU indica que, a pesar de los avances “extraordinarios” en América Latina y el Caribe, hay un progreso lento y desigual, por lo que es necesario enfocarse en los sectores excluidos y tomar las medidas necesarias para sacarlos adelante.

“Los extraordinarios avances realizados en materia de desarrollo humano durante los últimos 25 años en América Latina y el Caribe ocultan un progreso lento y desigual en el caso de ciertos grupos. Para garantizar un desarrollo humano sostenible para todas las personas resulta necesario centrar los esfuerzos sobre quienes hasta ahora han sido excluidos y adoptar medidas para enfrentar las barreras que los marginan”, señala el documento.

El informe indica que, a pesar de que el promedio de desarrollo humano aumentó de manera considerable en todas las regiones del mundo entre 1990 y 2015, “una de cada tres personas sigue viviendo con bajos niveles de desarrollo humano”.

América Latina mantiene altos niveles de desarrollo humano entre las regiones en desarrollo, sólo detrás de Europa y Asia Central, pero cuando se mide en el tema de desigualdad el HDI se reduce casi en 25% debido a la distribución inequitativa del progreso en desarrollo humano, en particular con respecto a los ingresos.

El estudio revela que además la seguridad sigue siendo uno de los mayores problemas de la región, puesto que la tasa de homicidios del área ascendió a 21.6 por cada 100 mil habitantes, lo que significa que es 14 veces superior a lo que se registra en Asia Oriental y en el Pacífico.

En la región se presenta una elevada tasa de encarcelamiento, con cerca de 244 personas por cada 100 mil habitantes en prisión, en tanto que frente a Asia la estadística es de 48 y 88 en África subsahariana.

Helen Clark, administradora del PNUD, señaló que es posible erradicar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible, justo y pacífico si se eliminan las normas sociales y leyes discriminatorias arraigadas y persistentes y se acaba con la desigualdad de acceso a la participación política, problemas que han impedido a tantas personas avanzar.

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