Organizaciones campesinas urgieron la creación de políticas públicas entre el sector agrícola y de salud a fin de combatir de manera integral  la obesidad y diabetes.

Rocío Miranda Pérez, presidenta de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, consideró urgente que las organizaciones campesinas, las instituciones  enfocadas a la producción agrícola y de salud acuerden lineamientos de producción alimentaria nacional a fin de combatir la pandemia de obesidad y diabetes.

"Desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) el consumidor nacional se convirtió en “comprador de empaquetados”, se olvidó  de incentivar la producción de granos básicos, lo que mermó la cultura culinaria nacional", indicó.

Destacó que prevalece un "abandono gubernamental" de la producción agrícola familiar, en tanto que se privilegia la  importación de alimentos "ricos en agroquímicos", así como la comercialización de alimentos procesados altos en carbohidratos y azúcares provenientes, principalmente, de Estados Unidos.

Enfatizó que ante esta situación  es indispensable una política pública de Estado que atienda "de golpe" la pandemia de la diabetes, por lo que el impulso de la producción nacional y el cierre a las importaciones de alimentos “chatarra” para atender este padecimiento que está generando altos costos económicos, sanitarios y productivos.

Miranda Pérez, consideró que así como se hizo recientemente la Expo México Alimentaria 2016 Food Show, en la que estuvieron presentes los grandes productores nacionales con más de 130 grandes compradores de 32 países, el gobiernos mexicano podría impulsar encuentros nacionales con los pequeños productores para desarrollar los mercados locales de alimentos.

Aseguró que mediante la implementación de un sistema de producción "agroecológica" que considere la participación de las comunidades indígenas y de las familias de campesinos se contribuiría a la reducción del aumento de los casos de obesidad y diabetes.

Refirió que un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que tras la firma del TLCAN los casos de obesidad y sobrepeso en el país aumentaron 12%.

"Al prevalecer la pobreza en el país, los mexicanos adoptaron el consumo de alimentos empaquetados como parte de su dieta diaria. Lo mismo ocurre en comunidades rurales donde el pan procesado, alimentos enlatados y bebidas altas en endulzantes, sustituyeron  a los nutrientes que generaban los alimentos producidos en las localidades como es el caso de la milpa", enfatizó.

La líder de la UFIC consideró que de revisarse el Tratado de Libre Comercio, se podrían buscar mejores oportunidades para los pequeños productores, pues afirmó que este acuerdo comercial "ha sido injusto  para los mexicanos en todos los ámbitos: económico, social, sanitario y cultural”.

"El Estado sólo enfocó sus esfuerzos en los agroindustriales, se  olvidó de incentivar la producción de granos básicos, de la producción familiar y de traspatio que daba una riqueza nutricional a la  cultura culinaria de los mexicanos y por tanto los efectos nocivos en la salud con esta conversión alimentaria", enfatizó.

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