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La Arquidiócesis de México comentó que el papa Francisco llegará a un México que enfrenta fenómenos delictivos y de violencia sin precedentes en su historia contemporánea y que los gobernantes “no pueden tapar el sol con un dedo”.

En su editorial Desde la fe, la Arquidiócesis señaló que el Pontífice llegará a un país en donde la “defensa y respeto de los derechos humanos es pura buena intención”, y que los obispos de México lo mantuvieron informado del oscuro panorama nacional, especialmente sobre la violencia y la pobreza.

“Desde la fe cristiana, ésta es una hora de gracia y, como lo afirma el Santo Padre, estas condiciones urgentes ‘irán generando espontáneamente nuevos procesos de evangelización de la cultura, que a la vez contribuyen a generar la vida social y hacen que la fe sea más resistente a los embates del secularismo’”, señaló en Desde la fe, y agregó: “Los mexicanos queremos paz, necesitamos la verdad, no la burocracia numérica. La misión no está cumplida”.

La Arquidiócesis resaltó que los índices llegan a cuestionar la capacidad de las autoridades ante “los hechos que parecen ser comunes [...], cosas cotidianas que deberían pasar en regiones azotadas por látigos implacables del crimen organizado”, a pesar de los programas, estrategias y planes de seguridad.

A esto, indicó, se suman violencias invisibles, aquellos que están protegidos por la impunidad y nutridos de la corrupción. “Hay mexicanos desaparecidos, niños, jóvenes y adultos, quienes un día fueron raptados de sus hogares”, y sus familias terminan asumiendo su búsqueda, alertó.

La Iglesia católica recordó que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas informó que entre 2006 y 2014 más de 6 mil niños y adolescentes menores de 18 años han desaparecido, sustraídos por bandas del crimen organizado.

Destacó que la violencia en contra de las mujeres es “rampante” y en algunos estados hay focos rojos. Señaló a Jalisco, donde 559 personas fueron privadas de la vida entre 2012 y 2015, aparte de las desapariciones, que suman más de 2 mil.

“Morelos vive alerta de género y el Estado de México, sólo en 2014, registró la desaparición de 400 niñas y adolescentes en municipios conurbados pobres y violentos de Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl y Chimalhuacán”, relató.

Si bien las cifras oficiales indican que los homicidios van a la baja en el país, la Arquidiócesis advirtió que la realidad contradice “el aparente triunfo”, puesto que “ni un nuevo gobierno ni planes de desarrollo impiden que la sangre siga corriendo en el Michoacán violento y sometido por el crimen y la anarquía de inseguridad a causa del vacío de poder”.

Resaltó que en lo que va de enero en esa entidad han ocurrido 52 homicidios violentos y en tres meses se han registrado 290 muertes dolosas.

Mientras que en el estado de Guerrero, donde desaparecieron 43 estudiantes normalistas de Iguala, “la entidad corrompida no da golpe certero en cuanto a la disminución de homicidios. Guerrero no es sólo Acapulco, las regiones apartadas están controladas por los cárteles de delictivos”.

En su mensaje dominical en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera comentó que los mexicanos deben de prepararse espiritualmente para la llegada del papa Francisco a nuestro país y para recibir todo el mensaje del Pontífice, no sólo lo que les conviene, como las preferencias sexuales diversas.

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